Galbán, el guitarrista de Buena Vista Social Club
El músico falleció en La Habana el pasado jueves con 80 años.- Fundó el cuarteto Los Zafiros y compartió escenario con varios protagonistas de la música cubana
Desde mucho antes de que su nombre fuera ensalzado internacionalmente gracias al fenómeno del Buena Vista Social Club, el guitarrista Manuel Galbán era bien conocido por ser uno de los grandes acompañantes de la música cubana y por el preciosismo de sus interpretaciones. Su guitarra y su talento, llenos de guiños cubanos y de erudición, enriquecieron la música popular con un fraseo muy personal y una sonoridad elegante que dejó huella en las agrupaciones por las que pasó, sobre todo en Los Zafiros, el legendario cuarteto vocal que marcó época en la Cuba de los años sesenta.
Galbán, natural de Gibara (provincia de Holguín), falleció el jueves a los ochenta años en La Habana, la ciudad adonde llegó en 1956 después de haber debutado profesionalmente con la Orquesta Villa Blanca. De formación autodidacta - sus hermanos también tocaban la guitarra y su padre el tres -, Galbán hizo su carrera a base de esfuerzo y de un sexto sentido que lo distinguió de los guitarristas de su generación, además de ser uno de los que con más fortuna introdujo la guitarra eléctrica en las orquestas cubanas.
En las biografías oficiales se le reconoce su modo peculiar de interpretar, siendo uno de los primeros en emplear habitualmente la mano derecha para silenciar el sonido de las cuerdas y extraer unos tonos secos que acercan la sonoridad de la guitarra a la de un instrumento de percusión. Su versatilidad y la influencia en su estilo de la música norteamericana, además de su suavidad en las maneras, acuñaron una 'estética Galbán', que adquirió su mayor fama con Los Zafiros.
En 1963 entró a este conjunto de armonía vocal y aportó su arte inconfundible a un repertorio que combinaba la tradición del 'filin' con otros ritmos musicales, como el bolero, el calypso, la bossa nova o el rock. Esta mezcla convirtió a Los Zafiros en uno de los grupos de pegada en la isla y tuvo considerable repercusión internacional. En los años setenta entró a formar parte del grupo Batey, con el que pasaría 23 años, y después pasaría por La Vieja Trova Santiaguera' hasta que Ry Cooder llamó a su puerta y entró a formar parte del proyecto de Buena Vista Social Club, con el que se hizo mundialmente famoso.
Participó en la grabación de la mayoría de los discos que hicieron como solistas las principales estrellas del Buena Vista, incluidos Compay Segundo, Ibrahím Ferrer y Rubén González, todos desparecidos, y también la diva Omara Portuondo. En 2001 grabó con Cooder Mambo Sinuendo, que obtuvo un gran éxito de público y crítica y con el que obtuvo el premio Grammy al Mejor Álbum de Pop Instrumental en 2003. Su último trabajo, Bluechacha, es un homenaje a su carrera y un repasó sus temas preferidos, en el que estuvo acompañado por Omara Portuondo y otros músicos.
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