La Fundación Dalí analiza la lucha contra las falsificaciones

"Giacometti es uno de los artistas más falsificados. En el mercado existe un numero de obras 20 veces superior a las que el creó. Ahora, acaban de condenar a los autores de los 1.200 falsos que se incautaron en Alemania en 2009". Lo afirma Véronique Wiesinger, directora de la Fundación Giacometti de París, que participa en el Seminario sobre autentificación de las obras de arte y medidas contra su falsificación, organizado en Cadaqués por la Fundación Dalí.

"Es la primera vez que se reúnen tantas fundaciones con el objetivo de crear un grupo de presión para promover acciones legales", asegura Lluís Peñuelas, secretario de la Fundación Dalí, que ha convocado a los representantes de las instituciones que protegen la obra e imagen de los grandes maestros del siglo XX: Christine Pinault y Claudia Andrieu, de la Fundación Picasso de París; Judith Goldman, del comité de autentificación de Andy Warhol; Rosa M. Malet, directora de la Fundación Miró y Txomin Badiola del Museo Oteiza. También acudió Ronald Spencer, abogado de Nueva York, autor del primer libro de la colección Arte y Derecho de la Fundación Dalí.

Tras décadas de secretismo las fundaciones han decidido hablar. "Siempre ha sido nuestro dilema: teníamos miedo de perder prestigio y desestabilizar el mercado, pero tratar el tema de las falsificaciones de forma directa y transparente es más positivo para la reputación del artista y da seguridad al mercado. En un mes abriremos al público una web con toda la información relativa a los falsos Giacometti", añade Wiesinger.

No dar información a malhechores

Otro tema relativo al secretismo atañe la necesidad de no proporcionar a los malhechores información para poder fabricar copias cada vez mejores. "Las nuevas tecnologías son un arma de doble filo. Para convencer a la justicia, debemos entregar también a la defensa unas pruebas técnicas que resultan muy valiosas para los falsificadores. Por ello pedimos que estas pruebas se mantengan secretas y que el arte goce de la misma protección de las marcas comerciales", añade Wiesinger que, como los demás, está convencida de la necesidad de armonizar las diferentes legislaturas europeas, ya que Alemania tiene unas leyes muy poco severas, mientras que Francia, España e Italia tienen leyes mejores pero no las usan.

"En el caso de Dalí, el comité y el catálogo razonado desactivan en gran medida la falsificación en obra única, y en obra seriada la colaboración con la policía española y norteamericana ha mejorado mucho la situación. Sin embargo necesitamos reformas legales, así como utilizar de forma más eficiente la legislación actual", apunta Peñuelas, refiriéndose a las leyes sobre la protección del derecho del consumidor o la competencia desleal que existen, pero no se utilizan. "En Estados Unidos son las que más se emplean para la protección del arte, ya que aumentando el mercado aumentan también los fraudes e Internet ha dado nuevas herramientas a los falsificadores. Nuestro comité se reúne tres veces al año y analizamos más de cien obras en cada encuentro, pero hay miles de falsificaciones de entidad diversa. Además la peculiar relación de Warhol con la obra gráfica requiere una aproximación distinta a todos los demás", concluye Goldman.