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ENSEMS 2011

Incógnita

El festival Ensems de este año aparece lleno de interacciones con el jazz, la danza, la videocreación o el teatro. Todo ello, unido al título de esta edición (Ensems Love Songs) trata, indudablemente, de proporcionar un look más atractivo a la creación musical contemporánea, siempre tan escasa de público. Así lo indica Joan Cerveró, como director de Ensems, en el programa de mano: "(...)hemos querido ofrecer la tesis de que la música -la actual, la de ayer y la de siempre- es expresiva y comunicativa. Porque, si no lo es, sencillamente no es nada."

Cabría preguntarse entonces, y en primer lugar, qué carácter tuvo la música ofrecida el viernes por el Ensemble Aleph. La obra de Rihm (Chiffre IV), con tensos silencios separando breves apuntes de sonido, fue más allá del mero experimento, y el metraje se acopló como un guante a las ideas musicales puestas en juego. Mucho más pobre resultó la creación videográfica, que no aportó nada a la partitura, y ni siquiera sirvió como vehículo de aproximación para quienes el lenguaje de ésta pudiera parecer extraño. Cabría decir lo mismo del resto de vídeos, parcos en imaginación y -seguramente- en medios. Se salvó el proyectado con Le Rire du Coq, sencillo en su planteamiento, pero bien realizado y de buen acople con una música muy concisa. Les sept crimes de l'amour propusieron situaciones amorosas y/o eróticas en clave de comicidad teatral. Menos atrayente, a pesar del buen hacer de los intérpretes, resultó Slam della Mund-aliénation, donde se exploraron (por enésima vez) las múltiples formas de hablar, cantar, gritar y declamar. La intención no era sólo experimental, pero el calado de la obra no permitía al espectador ir mucho más allá. Algo parecido sucedió con Strophas: Pierre Strauch dominó a la perfección su violonchelo, mostrándonos todas las sonoridades -algunas muy bellas- que pueden conseguirse con armónicos o tocando cerca del puente, pero llevamos décadas haciendo lo mismo en los instrumentos de arco, y al final resulta cansino. Hymnos, para clarinete y piano, volvió a jugar con los registros extremos del primero y el carácter percusivo del segundo. En resumen: poco queda por experimentar, al menos con los instrumentos tradicionales. Será hora ya de comunicarse con el oyente, aunque la manera de hacerlo sea todavía una importante incógnita para la música actual.

ENSEMS 2011

Ensemble Aleph. Vídeo: Nyktalop Melodie. Obras de Wolfgang Rihm, Jean-Charles François, Dominique Clément, Peter Maxwell Davies, Enrique Macías y Georges Aperghis. Palau de les Arts. Valencia, 13 de mayo de 2011.

Babelia

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