"Me vendría estupendo que me hicieran una restauración"
Bernardo Bertolucci recibe esta noche la Palma de Honor en la ceremonia de inauguración del festival de Cannes
El maestro no puede levantarse de la silla de ruedas. Pero las piernas no son precisamente la parte del cuerpo humano más usada para rodar. Mucho más importante es el cerebro, y la mente se mantiene igual de ágil en Bernardo Bertolucci (Parma, 1940). Nunca ha ganado la Palma de Oro, pero esta noche recibe la de Honor en la ceremonia de inauguración de Cannes, en la que además de Midnight in Paris, la película de Woody Allen, podrá verse una versión restaurada y en color de Viaje a la luna, de George Méliès. Pero antes, el presidente del jurado de esta edición, Robert de Niro, le entregará el galardón al cineasta italiano. "Conociendo su carácter lacónico, un discurso suyo esta noche sería un milagro", dice Bertolucci.
En la sección Cannes Classics se proyectará la versión restaurada de El conformista, su primer gran título. "Yo no lo he elegido pero me parece bien. Tampoco he visto la restauración que han hecho en Bolonia, aunque me aseguran que está bien. Me hubiera venido estupendo que me hubieran restaurado a mí también". Bertolucci ha hablado mucho sobre la cultura china, rememorando El último emperador, que ha descrito como la más importante aventura de su vida porque no conocía nada de China antes del rodaje, y de su próximo proyecto, que tendrá una localización, dos protagonistas y será en 3D. "Leí el libro 'Io e te', de Niccolò Ammaniti, y pensé que ahí había una película. Luego vi 'Avatar', y reflexioné: '¿Por qué el estereoscópico solo debe usarse en terror o ciencia-ficción? ¿No sería grande 'Persona' o cualquier película de Fellini?". Y en ello está, desde la silla de ruedas, desde donde charla sobre cómo envejecen las películas ("Sencillamente, yo no sé por qué unas envejecen bien y otras no. No tengo ni idea") y pide perdón por no haber traído "material fresco" que defender ante la prensa.
Lacónico De Niro
El día se ha completado con la presentación del jurado, presidido efectivamente por un lacónico De Niro -y eso que tenía el día bueno-: "Entre nosotros charlaremos, compararemos y ya veremos si votamos día a día. No tengo una receta cerrada que aplicar a nuestro trabajo como jurado. Tampoco sé lo que busco cuando juzgo películas, sencillamente me siento y las veo", y en el que han impresionado las risas tontas de Uma Thurman y la robotización de Jude Law, que de puro impecable e impoluto parecía un producto Apple.
En cuanto a la abarrotada Croisette, la mítica playa de Cannes, ya han empezado los eventos cine-económicos. Esta mañana Antonio Banderas (que no se irá muy lejos, ya que la semana que viene vuelve con Almodóvar) y Salma Hayek han presentado El gato con botas, el spin of (serie que nace de un personaje de otra serie) de Shrek. Fotos, codazos, animación, risas sobre los diez perros y el gato que la mexicana tenía en su casa... y a vender ilusión para su estreno.
Babelia
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