Un informe de Cultura advierte de la escasez de contenidos para 'e-books'
Un documento oficial señala los precios elevados y los sistemas 'antipiratería' como causa de reticencias y punto de conflicto entre consumidores y editores
España está lleno de coches, pero casi no hay gasolina: algo así está ocurriendo con el sector del libro digital, a tenor de los últimos datos recopilados por el Observatorio de la Lectura y el Libro (un organismo dependiente del Ministerio de Cultura). Cada vez hay más aparatos de lectura (e-books) pero los contenidos autorizados y en castellano son un bien escaso: "2010 ha sido el primer año en el que el consumidor [español] ha tenido a su alcance una oferta más o menos amplia de dispositivos lectores. Sin embargo, esta disponibilidad de aparatos no ha venido acompañada en paralelo por una oferta de contenidos suficientemente capaz de responder a las necesidades del lector digital", señala la primera parte del estudio Situación actual y perspectivas del libro digital en España, difundido el jueves [ver aquí en PDF]. El estudio además apunta que "los precios de la oferta de contenidos digitales" son una de las causas que explican las reticencias de los usuarios a adoptar estas nuevas tecnologías.
En el mundo del libro se está reproduciendo la circularidad que ya ha afectado a otras industrias culturales: no hay suficiente oferta autorizada por la rampante piratería y la piratería es rampante porque no hay suficiente oferta autorizada: "La amenaza de la piratería en el libro electrónico es uno de los principales temores de cualquier sector editorial y, en el caso español, la causa de buena parte de la ralentización de su entrada en la edición digital", afirma el estudio. Los últimos datos ofrecidos por la industria cultural esta misma semana señalan que el 43% de todos los títulos que se consumen son ilícitos. El pirateo de textos ha crecido un 120% entre el último semestre de 2009 y el mismo periodo de 2010, mientras los ingresos han caído un 4,7% (de 1.608 millones a 1.532 millones).
En el texto de Cultura difundido el jueves se afirma que los sistemas antipiratería (como el llamado DRM) dificultan, como efecto secundario, una práctica tan habitual entre lectores como es la de prestarse libros. Estos métodos de protección son, en palabras del informe, "una de las cuestiones que suscita mayores discusiones y, con frecuencia, se convierte en un punto de conflicto entre los deseos del consumidor y los del proveedor de contenidos". El informe augura que en el futuro los sistemas antipiratería serán "más blandos", permitiendo ciertas formas de intercambio de títulos entre usuarios.
Si es barato, está vetado
El informe habla poco del precio de los contenidos, pero cuando lo hace subraya su carestía y el hecho de que, la poca oferta autorizada en castellano no sea, en algunos casos, accesible desde España. Es lo que ocurre con Barnes and Noble: "El pasado año alcanzó un acuerdo con Digital Books, aglutinador de contenidos digitales en lengua castellana con presencia internacional. Más recientemente, abrió una tienda de e-books en español, NOOKBooks, partiendo del catálogo de Libranda [la mayor plataforma de distribución y difusión de libros electrónicos en lengua española, con los fondos de 130 sellos de editoriales como Santillana, Planeta y Random House]. (...) Con este paso la firma vende aproximadamente el 55% de los títulos de Libranda".
Pero esos contenidos están vetados para los lectores españoles: "La compra a través de esta tienda no puede realizarse desde España, sino únicamente desde Estados Unidos o Puerto Rico y pagando con tarjeta de crédito estadounidense. Esto le ha permitido a Barnes and Noble vender algunos de los libros de Libranda con descuentos de hasta el 50% (la mayoría de los libros se ofrecen por menos de cinco dólares, el equivalente a 3,6 euros)".
El estudio reconoce que "si en algún momento" Barnes and Noble se planteara la venta de estos contenidos a clientes finales en España, "no sería ese el precio, sino que este dependería del marcado por el editor y se regiría por la Ley del Libro española". En España, afirma el texto, existe "un IVA que incrementa el precio del libro electrónico y que dificulta el establecimiento de políticas de precios competitivas, tanto respecto al libro en papel, como a otros mercados internacionales (sirva de ejemplo el mercado norteamericano, donde el IVA del libro electrónico es cero). La ausencia de leyes de precio fijo en otros países tampoco ayuda a la hora de plantearse las posibilidades del mercado español en la esfera internacional".
En España la ley del Libro, de 2007, establece el precio fijo: lo decide el editor y no puede ser modificado por intermediarios, puntos de venta, distribuidores ni otros canales comerciales. El IVA sobre el libro electrónico es del 18% frente al 4%, superreducido, del libro impreso.
Europa rezagada
Estos condicionantes explican quizá que en España el libro digital represente tan solo el 1,6% de la facturación total del sector (en 2009) y que para 2010 se estime (aún no hay dato oficial) que crezca hasta el 3%. En general la situación se extiende a todo el continente: "Europa está todavía en el comienzo de la edición digital, mientras EE UU se encuentra ya en el tercer año de desarrollo de este mercado".
En el año 2015 los expertos apuntan a una cuota de mercado de los libros electrónicos del 22,5% en Estados Unidos; muy por detrás se situarían Reino Unido, a la cabeza en Europa (14,2%), seguido por Alemania (6,3%) y Holanda (4,4%).
El propio informe apunta a las causas de esta lentitud de la industria europea -y española- en reaccionar ante esta oportunidad de negocio: "no hay un liderazgo manifiesto, sino más bien iniciativas de carácter local; los dispositivos no muestran todavía una penetración significativa; los modelos de negocio y las leyes comerciales que regulan este mercado están por definir; y la oferta de contenidos es más limitada".
En Estados Unidos el libro digital representa el 8,3% de la facturación total, con crecimientos anuales por encima del 160% y con "una amplia oferta de contenidos accesible a través de tiendas online propias", como las de Amazon, Barnes and Noble y Apple. De hecho ayer se conoció que en febrero, en ese país, las ventas de libros en formato digital crecieron por encima del 200%, generando 62 millones de euros, mientras que las ventas de títulos para adultos en tapa dura se desplomaron un 43% y en bolsillo un 41.5%, según datos de la Asociación de Editores de EE UU (AAP, en sus siglas inglesas).
Amazon desembarca en España, pero con pocos contenidos
El informe sitúa buena parte de las esperanzas del sector editorial en el desembarco de empresas foráneas en España, como es el caso de Amazon, que debería empezar a funcionar este año, y también de la Google eBookStore y de la iBookStore de Apple: "A lo largo de este año se dinamizará el mercado de libros electrónicos y se producirá un importante incremento de las ventas en nuestro país. (...) Estos movimientos generarán mayor competencia, harán descender el precio de los dispositivos y contenidos y animará, en consecuencia, a más consumidores a integrar la opción del libro digital en sus hábitos lectores".
En el caso de Amazon, se recuerda que esta compañía había llegado, a través de su sede en Francia, a un acuerdo con la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) para obtener las referencias de los 300.000 libros alojados en su base de datos. Esta base de datos contiene la información principal con la que se identifica cada libro (título, portada, resumen y datos comerciales). "Esta herramienta, manejada por importantes librerías como Casa del Libro o la de El Corte Inglés, proporcionará a Amazon la base para crear su librería virtual en España, aunque la comercialización de los títulos tendrá que ser negociada con las editoriales españolas interesadas en incorporarse al proyecto" señala el estudio, y matiza: "en lo que respecta a los contenidos, en el momento actual la oferta de Amazon está muy limitada al mercado de lengua inglesa; sólo el 1% de su catálogo se ofrece en lengua castellana".
Tabletas, precios...
El estudio del Observatorio del libro dedica la mayor parte de sus páginas a hablar de los e-books, formatos de los archivos (ePub, PDF, etcétera) tabletas y ordenadores, de la forma en los usuarios emplean estos aparatos, de su volumen de venta y de sus precios. El español medio está dispuesto a gastarse 71 euros de media en uno de estos dispositivos, pero cuestan ente 150 euros y 200 euros. En Reino Unido (el único país europeo con cifras cercanas a las de EE UU) es posible acceder a lectores electrónicos con el precio soñado por el usuario español...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.