El TNC pone seguridad en la sala de 'Gang bang' tras la irrupción de dos hombres en el escenario
El teatro presenta una denuncia por los hechos ante los Mossos d'Esquadra
El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) ha decidido poner un servicio de seguridad en el interior de la sala Tallers donde se representa la polémica obra Gang Bang, de Josep Maria Miró, tras la irrupción durante la función de anoche de dos individuos en el escenario con gritos vehementes de "¡No se puede utilizar las palabras de Dios, maldita sea!" y "¡Viva Cristo Rey y los sacerdotes de Cristo!".
Los hechos sucedieron a los 45 minutos de representación cuando un hombre de unos treinta años, seguido de otro, accedió desde el público al escenario gritando, lanzó bombas fétidas y tiró violentamente un taburete de la escenografía tras amenazar con él a los actores. La acción fue brevísima, de apenas unos segundos, pero fue registrada por las cámaras de BTV que grababa un reportaje sobre el espectáculo.
El actor más cercano al energúmeno, Óscar Castellví, a la sazón ataviado para una sesión de sexo duro incluida máscara, se pegó un buen susto y trató de protegerse, mientras que otro de los intérpretes, Oriol Genís, se mostró impávido como un Unamuno en el paraninfo, y hasta les espetó irónicamente a los violentos: "Eso sí que es teatro". Los dos individuos abandonaron inmediatamente la sala, tras ladrar contra los actores un último "¡hijos de perra!". Tras unos momentos de estupefacción y expresiones de asombro, el público prorrumpió en aplausos de apoyo a los actores y al cabo de poco, tranquilizados los ánimos y ventilada la sala, la función se reemprendió.
El TNC ha explicado esta mañana que se desconoce aún la identidad de los alborotadores que pudieron marcharse del recinto del teatro sin ser molestados por los guardias de seguridad de que dispone el Teatre Nacional al tratarse de un edificio institucional. Pese a la polémica que rodaba la obra -que combina la acción en un local gay de sexo duro con referencias a la visita del Papa a Barcelona-, no había seguridad en el interior de la sala. A partir de ahora "habrá más seguridad" y se dispondrá vigilancia en la misma sala, aunque el teatro declinó explicar las medidas concretas para "no provocar un posible incremento del grado de violencia de producirse otros incidentes". Según un portavoz del teatro, el TNC ya ha puesto una denuncia por los hechos ante los Mossos d'Esquadra.
La voluntad del TNC es considerar el asunto puramente un tema policial de orden público y no entrar en consideraciones ni debates escénicos y artísticos. En esa consideración, Sergi Belbel, director del TNC, ha declinado hacer declaraciones. Esta noche, tras la función, está previsto un coloquio, programado con anterioridad a los incidentes, con el director de la obra, acto que no ha sido de momento suspendido. Desde el teatro, se ha mostrado indignación por el hecho de que algunos "medios de la derecha" han sugerido que todo el incidente ha sido un montaje del propio TNC o de la compañía. "Ha sido terrible, muy violento y hubo peligro real de que aquel hombre enajenado hiriera a algún actor", manifestó un portavoz.
La asociación católica E-Cristians que había criticado la obra y la decisión del TNC de programarla y había anunciado que estudiaría si tomar acciones legales ha asegurado que no comparte en absoluto las actitudes violentas de la pasada noche y que existen otras maneras de expresar el desacuerdo, informa Efe.
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