The Bleach: "Hotel California es la canción más sobrevalorada de la historia"
El grupo de Orcasitas (Madrid), que teloneó a Franz Ferdinand en noviembre anda de gira con su primer disco
The Bleach es un gran grupo de rock, como los de antes, que dirían algunos. Jóvenes, con un sonido analógico y puro, unos arañazos de guitarra que te dejan la piel hecha trizas y con unas raíces bien colocadas en Orcasitas (Villaverde, Madrid), fueron los teloneros de Franz Ferdinand el pasado noviembre. Estos días andan paseando por España su primer disco, Shining Blackout. Momento oportuno para que su cantante, Jon Ureña, desgrane su biografía musical a través de este suculento y razonado audiomatón.
La canción o el disco que me descubrió el gusto por la música
A mi la música y en particular, el Rock'n'Roll, siempre me dieron la impresión de ser algo sucio y oscuro cuando era niño, algo explícitamente sexual y maligno y me daba miedo. Todo cambió alrededor de 1994 cuando, por casualidad, me topé con un especial de James Brown en la TV. Sonaron Sex Machine y todos sus éxitos en forma de medley con una coreografía hortera. Por alguna extraña razón Sex Machine no me dio la impresión de ser sucia y sexual. Nunca he sido desde entonces muy freak del Soul, pero recuerdo que aquello fue lo que pulsó el interruptor.
Mi álbum favorito de todos los tiempos.
Creo que del que nunca me canso es de Skip James. Eso no es música, es otra cosa, está fuera de toda etiqueta. Lo más inimitable y único que he escuchado. Cualquier recopilación de sus primeras grabaciones de 1931 me vale.
La canción que me recuerda al mejor momento de mi vida
No se cual es el mejor momento de mi vida, pero, si que es verdad que siempre que escucho el himno de la Champions League me vienen a la cabeza grandes recuerdos.
La última canción que me ha entusiasmado.
Probablemente sea una de las nuestras y, probablemente también, deje de serlo la semana que viene... más allá de mi ombligo, me dejó de piedra el remix que Amorphous Androgynous hicieron de Falling Down de Oasis.
Una canción para mandarlo todo a la mierda
One Bourbon, One Scotch & One Beer, de John Lee Hooker. Con un codo apoyado en la barra, mejor.
Una canción para empezar una revolución
Me apabulla una canción como The Times They Are A-Changin' de Bob Dylan. También me vale Gimme Some Truth de Lennon o Come Together de Primal Scream.
La canción que me gustaría haber compuesto
Tengo la impresión de que el justo momento en el que John Lennon dejó de tocar y se dio cuenta que acababa de componer Strawberry Fields Forever tuvo que ser la ostia.
La canción que le cantaría a Esperanza Aguirre
Rock The Casbah de The Clash. A la jefa no le gusta el Rock.
Un disco perfecto para cruzar Madrid en metro.
Chill Out de The KLF. Por supuesto escuchado del tirón, dificil de conseguir pero perfecto para abstraerse de aglomeraciones, empujones y demás.
Un himno.
You'll Never Walk Alone. No he tenido el gusto de ver un partido en Anfield, pero visto por la TV ya pone los pelos de punta.
El grupo y la canción más sobrevalorados de la historia.
Hotel California de los Eagles. No puedo con ella. Con 12 años me la pusieron en clase de inglés y desde entonces la odio.
La canción mala más buena de la historia.
Come Dancing de los Kinks, no la soporto, parece de verbena y en algunas partes da la impresión de que Ray Davies está cantando en árabe. Aún así, de las canciones que no soporto, es la que más he escuchado. Tiene un punto cómico que me gusta y le tengo cariño.
Una canción para un domingo soleado por la mañana.
Aunque sea un poco tirar de clichés: Sunny Afternoon de los Kinks o Lazy Sunday de los Small Faces.
La canción más triste
Life Is A Pigsty de Morrissey, de su disco Ringleader of the Tormentors. Triste y bonita, me gusta, sobre todo en directo. Cuando cerró su concierto en el FIB 2006 con ella fue sencillamente acojonante.
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