El festival VEO muestra las últimas tendencias teatrales
València Escena Oberta ofrece 17 espectáculos hasta el día 27 de febrero
El festival València Escena Oberta (VEO) abre hoy sus imaginarias puertas (algunos espectáculos son al aire libre) para traer a la ciudad las últimas tendencias, las propuestas más vanguardistas, de la escena teatral española e internacional. Espectáculos que mezclan circo y dramaturgia, montajes de no danza, teatro de los objetos, 'performances' callejeras, música vocal insólita, teatro sobre ruedas al ritmo nocturno de la ciudad... Con un presupuesto de 600.000 euros (un 25% menos que en 2010), VEO oferta hasta el 27 de febrero17 espectáculos distintos, a cual más sorprendente, a cual más sugerente.
La directora artística de VEO, Mariví Martín, explica que el festival tiene el foco en el objeto, tema central de todos los espectáculos, y que lo hará "con miradas muy diferentes, pero siempre desde los nuevos lenguajes escénicos, las nuevas dramaturgias, el cuestionamiento escénico y los roles de los espectadores".
El festival se sostiene esta edición con un presupuesto de 600.000 euros, un 25% menos que en 2010
'Taxis' es una suerte de 'road-movie' con 24 espectadores en cuatro vehículos por las calles de Valencia
Así, en la programación destacan dos coproducciones del VEO con otras compañías. Y una de ellas es la primera coproducción internacional, con el Agora de la Danse de Montreal, el Institut de Cultura Grec Festival de Barcelona y Festival Temporada Alta de Girona. Se trata de la revolucionaria coreografía de Mal Pelo titulada Tots els noms, un solo de danza interpretado por la valenciana de Russafa María Muñoz que actúa con cuentagotas en Valencia y que para la ocasión vuelve al discurso irónico. Danzará en su barrio, en la nueva Sala Ruzafa, desde el 24 al 27 de febrero.
La otra coproducción es la de Bambalina Teatre Practicable, que se representará en una nave industrial de la calle Azagador de la Torre, 24, en el barrio de Horno de Alcedo, entre el 22 y el 25. Un montaje titulado Cosmos que cuenta con una instalación en la que objetos cotidianos tan básicos como los vasos de plástico se comportan como un ser vivo. Se trata de uno de los trabajos más experimentales de la compañía, en el que libera a los objetos de su condición inerte para ser vistos como objetos de arte.
Y como cada año, VEO también presenta este año una producción propia, la ideada por Rebeca Crespo, Jacobo Julio y Néstor Mir bajo el título Taxis. Rodeado de gran secretismo, el montaje adquiere la forma de una road-movie en la que los escasos espectadores (24 en cada función) abordan cuatro taxis y comienzan a vivir una aventura por las calles de Valencia. Un espectáculo novedoso que embebe el ambiente nocturno de la ciudad y que ha requerido un trabajo de investigación de muchos meses por parte de los creadores.
El festival de teatro más gamberro de la Comunidad Valenciana también cuenta, cómo no, con varios montajes al aire libre. Quizá el más destacado es el que propone los holandeses Tuig bajo el título Schraapzucht en el jardín del Túria, junto al puente de las Flores entre el 24 y 26. Los espectadores se distribuyen en dos gradas enfrentadas que rodean el curioso andamio realizado por estos herreros-carpinteros holandeses y que constituye su particular escenario con movimiento propio. Desde allí ofrecen un espectáculo crítico con la sociedad de consumo en el que aplican técnicas de los titiriteros checos.
Otro de los focos de interés del VEO 2011 será Le sort du dedans, de los franceses Baró d'Evel Cirk Cia. Una suerte de circo con caravanas y una elegante carpa roja en la que el espectáculo rodea a los espectadores y estos viven una experiencia nueva contada por cinco intérpretes: tres personas, un caballo y un contrabajo.
En el plano musical, destaca la vanguardista propuesta de la siempre revolucionaria Fátima Miranda. El domingo 20, en el Teatre El Musical, y con su fabulosa técnica vocal llevada a otro nivel ahora que ha tomado clases de canto, la cantante salmantina reelabora en perVersiones canciones de todo tipo, desde lieds clásicos y estándars de jazz a copla española y chanson francesa... Se acompaña para la ocasión con las fascinantes imágenes del Premio Nacional de Fotografía Chema Madoz. Completa la oferta musical, también en el mismo escenario de El Cabanyal-Canyamelar, los días 17 y 18, el grupo CaboSanRoque, queofrece la sesión Torn de nit, una reflexión sobre el consumo propulsada por su orquesta mecánica, que sus integrantes han confeccionado con los desechos de una antigua fábrica de galletas.
También muy reflexiva es la propuesta de Edit Kaldor, que traen desde Hungría el montaje C'est du chinois!, cuya traducción más literal sería "Me suena a chino". Se trata de un espectáculo íntegramente representado en el idioma más hablado del planeta y mediante el que los cinco miembros de una familia se dan a conocer a sí mismos y sus costumbres. Y al parecer, el público se entera de casi todo. Un espacio de reflexión ideal para reflexionar sobre la incomunicación en una ciudad en la que viven 25.000 chinos.
La programación la completan el montaje That's the story of my life, de la sevillana Macarena Recuerda Shepherd; Ali, de los franceses MPTA; el espectáculo de no danza (en el que baila la atmósfera, no las personas) Evaporated landscapes, de la coreógrafa danesa Mette Ingvartsen; el montaje Ciel, del bailarín catalán Jordi Gali; La Prophétie des Mécas, de los franceses Le LaRio; Blue remix, del artista suizo Yann Marussich; y el espectáculo que transcurre en un contenedor de tranporte titulado ¿Sabe el mundo que me habla?, de los franceses KTHA Compagnie. Por último, hay dos propuestas fímicas: The movie, de la madrileña María Jerez; y las cinco piezas de videodanza rodadas por el valenciano Vicent Gisbert bajo el título Serie 01.
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