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Sagarra, mamás y Dios

Las referencias al escritor, a las madres y una cita religiosa marcan la entrega de los Premios Ciutat de Barcelona

La prosa irónica y ácida de Josep Maria de Sagarra presidió ayer la ceremonia de entrega de los Premios Ciutat de Barcelona 2010, que acogió de nuevo -tras cuatro años recorriendo diferentes escenarios de la ciudad- el gótico Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona. Coincidiendo con la celebración del 50º aniversario del fallecimiento del escritor, dramaturgo y periodista, algunos de sus artículos publicados en el semanario Mirador entre los años 1929 y 1936 sirvieron anoche de hilo conductor para presentar a los diferentes galardonados este año por la ciudad.

Tras Sagarra, las madres de los premiados fueron las siguientes protagonistas del acto, ya que casi todos los que recogieron el galardón en forma de B agradecieron a sus progenitoras el premio. Calixto Bieito, premio a la proyección internacional, hizo extensible el agradecimiento a sus padres, "porque escogieron Barcelona para vivir por ser la ciudad de la cultura, algo que debemos cuidar para que no se destruya ahora que requiere un mayor esfuerzo para no perder el tren", aseguró.

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Sus palabras no fueron las únicas que alertaron del peligro de dejar de invertir en cultura por la crisis económica. Antoni Monegal, presidente del comité ejecutivo del Consejo de la Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, recordó que "la crisis ha dejado paso a la restricción económica", y advirtió que "la cultura es un motor económico que tiene una rentabilidad muy alta ya que beneficia a la colectividad". Según Monegal, "la cultura vive un cambio de ciclo, en el que los grandes equipamientos ya no son importantes, y sí lo que se hace dentro de ellos".

Jordi Bonet, arquitecto jefe de las obras de la Sagrada Familia, al recoger el premio de arquitectura aseguró que "sin Gaudí no estaríamos aquí y que esta nave, templo y basílica no sería posible sin el esfuerzo de mucha gente, y de Dios, que ha permitido que durante 50 años no hubiera ningún accidente grave. Es casi un milagro", aseguró. No hizo ninguna referencia al manifiesto, que ayer habían firmado más de 170 personas y que califica este galardón de "despropósito" y de "transmitir un mensaje confuso y una apuesta por un tipo de arquitectura icónica, mediática, resultado del pastiche, de unos valores anacrónicos que no tienen nada que ver con las necesidades de la sociedad actual".

El resto de los premiados fueron: Pere Arquillué (teatro), Antoni Dalmau (historia), Joan Manuel Serrat (música) que agradeció el galardón mediante una grabación, Rafael Argullol (ensayo), Niek van Hulst y Romain Quidant (investigación científica), el grupo Bestiario (innovación tecnológica), colectivo Surtido (diseño), Toni Marín de Ràdio 4 (medios de comunicación), Carles Guerra (artes visuales), Mar Gómez (danza y circo), Joan Fontcuberta (traducción en lengua catalana), Luis Magrinyà (literatura castellana), Ponç Puigdevall (literatura catalana), Lluís Miñarro (audiovisuales) y el Instituto Joan d'Aústria de Barcelona (educación).

La nota musical de la ceremonia, dirigida por Xavier Albertí, la puso Silvia Pérez-Cruz acompañada de Toti Soler, mientras que el tradicional baile de la Aliga puso broche final al acto.

Los galardonados con los Premios Ciutat de Barcelona.
Los galardonados con los Premios Ciutat de Barcelona.PEP HERRERO
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