Indulto para 'La Victoria' franquista de la plaza de Juan Carlos I
El domingo se retirará la escultura de Marès que, tras su restauración, se expondrá en el Museo de Historia de Barcelona
Durante más de 70 años ha presidido uno de los puntos neurálgicos de Barcelona, el popular cinc d'oros en el cruce de la calle de Diagonal y el Paseo de Gràcia, pero el domingo la enorme figura de bronce que representa a una mujer coronada con laureles que Frederic Marés creó para simbolizar la victoria del ejército franquista, abandonará su privilegiado mirador para no volver más.
La retirada es fruto del cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, -tras la petición del distrito del Eixample en 2009-, que obliga a retirar los símbolos franquistas de la vía pública. A diferencia de otros monumentos que desaparecieron del paisaje de Barcelona, como los dedicados a los Caídos, en la Diagonal; a José Antonio Primo de Rivera, en la Avenida Tarradellas o el ecuestre de Franco, situado en el patio de armas del castillo de Montjuïc; la victoria que esculpió Marés pasará, tras su restauración en unos almacenes de la Zona Franca, a formar parte del Museo de Historia de Barcelona (Muhba) y se expondrá, junto a otras 99 piezas fundamentales de la historia contemporánea de la ciudad (entre ellas una máquina de vapor y un Seat 600), en el centro que abrirá sus puertas en la antigua fábrica de Oliva Artés del Poblenou a partir de 2012.
"Por su calidad, su propia historia y por el papel que ha jugado en el espacio público de la ciudad, es una pieza fundamental para explicar la Barcelona del siglo XX", explica Joan Roca, director del Muhba. "En cuanto supimos que se retiraba vimos la oportunidad, y que la incorporaríamos al discurso del nuevo centro de Oliva Artés, pero su tamaño plantea problemas que tenemos que resolver todavía", asegura Roca.
La escultura de Marés fue la segunda opción para crear una figura que coronara el obelisco impulsado por el gobierno republicano de Lluís Companys en 1936 para la nueva plaza de Barcelona en honor a Pi i Margall. La primera fue la obra creada por Josep Viladomat que representaba a la República mediante una figura de mujer desnuda cubierta por un gorro frigio. Demasiado para los vencederos franquistas que desde su entrada en Barcelona por la Diagonal en enero de 1939 sintieron la necesidad de acabar con este símbolo parlante del pasado. Tanto, que la escultura permaneció oculta bajo una enorme bandera durante unos meses hasta que fue trasladada a un depósito municipal de la calle Wellington donde permaneció décadas abandonada.
En su lugar se colocó la obra creada por Marés que había quedado en segunda posición en el concurso público, no sin antes realizar unos pequeños retoques para ocultar el pecho desnudo de la mujer para no herir la sensibilidad. Desde 1990 La República de Viladomat goza de una segunda oportunidad lejos del centro de la ciudad presidiendo la plaza Llucmajor, en el distrito de Nou Barris. El Ayuntamiento ha previsto para el domingo restricciones de tráfico intermitentes alrededor de la plaza para facilitar los trabajos de retirada de la enorme figura de bronce.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.