Las deudas llevan a la Fundación Rafael Alberti a su extinción

Como si de un juego del destino se tratara, el mismo día en que se cumplían 11 años de la muerte de Rafael Alberti, la fundación que lleva su nombre anunciaba su inminente final. Primero fue su viuda, María Asunción Mateo, la que renunciaba hace un mes al cargo de presidenta. Y ahora son sus hijos, David y Marta Borcha Mateo, patronos representantes de la familia, los que abandonan el barco y propician su extinción. Son ellos los que han bloqueado una iniciativa del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María (Cádiz) para modificar los estatutos y permitir la entrada de nuevos patronos. La delicada situación económica que atravesaba la entidad ha sido la razón fundamental de esta decisión. El Puerto reclama ahora ayuda a otras administraciones para continuar con el legado del poeta.

La extinción de la Fundación fue la medida acordada en una reunión del patronato celebrada el pasado martes, a la que acudieron el alcalde, Enrique Moresco, y el concejal de Cultura, Millán Alegre, ambos del PP, como patronos representantes del gobierno municipal; David y Marta Borcha Mateo, como patronos de la familia y el secretario, Enrique Pérez Castallo. También acudió María Asunción Mateo pero, como había renunciado al cargo de presidenta, solo asistió como espectadora. Moresco y Alegre comenzaron el encuentro proponiendo que otros organismos públicos se incorporaran al patronato para dar viabilidad económica al proyecto. Desde hace años la entidad venía arrastrando pérdidas y sus deudas se iban incrementando. Las subvenciones decrecieron y todavía no se había podido culminar un préstamo contraído con el Consistorio por la ampliación de la sede. La marcha de la viuda había dejado en el aire la gestión de la fundación.

La propuesta municipal requería de una modificación de los estatutos pero, para ello, era necesario que tres cuartas partes de los miembros del patronato estuviesen de acuerdo. David y Marta Borcha se negaron y bloquearon la continuidad de la fundación. Su idea era otra. "Dado que María Asunción Mateo venía desempeñando las funciones de dirección de manera desinteresada y debido a la actual situación económica, resulta inviable continuar llevando a cabo los fines fundacionales recogidos en los estatutos", explican en un comunicado. De ahí que propongan su conversión en un "centro museístico y cultural, dedicado a la vida y obra de Rafael Alberti, que dé continuidad a la conservación, exposición e incluso ampliación de la donación actualmente depositada en la sede de la fundación".

El concejal de Cultura, Millán Alegre, detalló ayer en rueda de prensa que él y el alcalde decidieron apoyar finalmente esta extinción por respetar la decisión y voluntad de María Asunción Mateo. "Ella es la patrona fundadora y la depositaria de los derechos morales del poeta", argumentó. Lo que se aprobó finalmente fue encargar la realización de un estudio jurídico y económico que garantice la viabilidad y legalidad del proceso de extinción. El secretario, Enrique Pérez, reveló que los dos hijos de María Asunción Mateo viven fuera de El Puerto y no pueden asumir gratuitamente la misión de dirigir esta entidad. "Tienen que trabajar para vivir", dijo.

La falta de fondos de la fundación había impedido en los últimos meses celebrar actividades o jornadas culturales como en años anteriores. Los gastos inminentes de mantenimiento de la sede y custodia del legado los asumirá provisionalmente el Ayuntamiento. Pero el concejal de Cultura admitía ayer que la ambiciosa encomendación dejada por el poeta, la de mantener viva y extender su obra, cuesta un mayor esfuerzo para la que necesitará ayuda. "Nuestra idea era ampliar el número de patronos. Ya habíamos hablado con el Ayuntamiento de Cádiz, la Diputación y otras administraciones. Ahora creemos que es posible crear una nueva figura, como la de un patronato similar al del museo Picasso de Málaga formado por varias instituciones que asuman esta tarea", señaló Millán Alegre. La mirada está puesta en la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura.

Este medio trató ayer sin éxito de recoger la opinión de María Asunción Mateo. Ella había explicado anteriormente que se marchaba del cargo por "cansancio" y por haber alcanzado una edad para la jubilación, aunque nunca tuvo una vinculación laboral con la fundación. El comunicado de la fundación recoge un agradecimiento expreso a su "desinteresada" y "altruista" labor durante 17 años.

El futuro centro que se cree en torno a Alberti debe albergar la donación realizada en 1978 por el poeta y su primera mujer, María Teresa León. Un patrimonio que aumentó con la donación fundacional del autor y de Mateo al constituirse la fundación en 1994, además de varias adquisiciones logradas estos últimos años. Aunque hayan abogado por su extinción, los patronos rubricaron un texto que contempla el compromiso de "mantener, mediante cualquier forma de gestión, la conservación, estudio y difusión de estos bienes". El Ayuntamiento reconoció ayer que no habrá dispendios aunque el 16 de diciembre, como siempre, se celebrará el cumpleaños de Alberti con una lectura de sus poemas. En la fundación seguirán trabajando hasta su extinción el secretario y un conserje.