La Cibeles baila 'reggaetón'
El grupo puertorriqueño Calle 13 se gana al público en un concierto distinto
"Vamos a hacer que Susan Boyle pierda la virginidad". Calle 13 no se muerde la lengua. Quizá porque si lo hace se envenenaría. El verso, sacado de una nueva canción del dúo puertorriqueño, tiene un pegadizo estribillo a ritmo de ska: "Nos gusta el desorden, romper con las reglas, somos indisciplinados, todos los malcriados". Sonará en el nuevo disco Entren los que quieran, que se publica el próximo día 26, y ayer sonó a media tarde entre la plaza de Neptuno y Cibeles, en Madrid.
Sobre un camión gigante, coronado con una bandera de Puerto Rico y acompañados de una banda de percusión y guitarras, el grupo Calle 13 recorrió el eje de Recoletos hasta la Cibeles en un concierto curioso, distinto y muy original.
Ellos cerraban el desfile VivAmérica y debajo del vehículo-escenario una marea de gente los acompañaba bailando hasta el centro de Madrid. En las caras del dúo, René Pérez Juglar, alias Residente, y su hermanastro Eduardo Cabra, Visitante, se veía claramente lo que pensaban: estaban alucinando.
A las nueve menos cuarto de la noche llegaron frente a la diosa. Tras un descanso de 15 minutos y una extraña banda sonora de espera (quizá AC/DC no era la mejor elección esta vez), Calle 13 volvió a plantarle cara a "Latinoamérica unida" con No hay nadie como tú, una de sus canciones bandera del disco que les ha dado el reconocimiento, Los de atrás vienen conmigo, editado en 2008.
El grupo ha renovado el vilipendiado estilo reggaetón para reconvertirlo en una música deslenguada, crítica y provocadora. Algunos ya se han aventurado a llamarlo el rock and roll del siglo XXI. Y ayer fue la prueba de que esto último no va tan desencaminado como parece: si las hijas bailan y las madres se escandalizan, algo revolucionario ocurre aquí.
Calle 13 tienen la capacidad de cantar proclamas reivindicativas y controvertidas y hacer bailar sexy al mismo tiempo. La prueba, cuando anoche le dedicaron Me voy pal norte a todos los emigrantes y a "la cabrona" de la gobernadora de Arizona, Jan Brewer. Y nadie paró de bailar algo parecido al perreo.
Sí lo hicieron una hora después, cuando el reloj del Palacio de Comunicaciones dio las diez de la noche. Calle 13 se despidió "dándole duro" con Atrevete te te.
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