Lectores con paraguas

Los paseos por la feria del libro no se hacen con paraguas. La llegada de la lluvia ha hecho caer en picado en los últimos días el flujo de visitantes al Arenal donde mañana se clausura la 40ª edición de la Feria del Libro de Bilbao después de 11 días de actividades. El balance provisional es agridulce: el excelente nivel de ventas de los primeros días no ha podido mantenerse por culpa de las inclemencias meteorológicas, pero el mal tiempo no ha reducido capacidad de convocatoria a las actividades organizadas en el pabellón de la feria.

Unas 50.000 personas, calculan los responsables de la feria, pasaron por el recinto del Arenal, con su 60 puestos entre librerías, editoriales e instituciones, a lo largo del primer fin de semana. Mucho público, colas para conseguir la firma de los escritores de más tirón popular, y un nivel de ventas extraordinario. "Hasta el martes los libreros estaban sonrientes", señalan responsables de la organización. "Fue espectacular. Se hablaba de que era la mejor feria de la historia".

La facturación fue "espectacular" en los primeros días de exposición

'La Universal' y 'Crimen en directo', entre las obras de más exito

Asier Muniategi, responsable de las ferias del libro de Euskadi, cree que el modelo está asentado y beneficia a los profesionales y a los lectores. "Los libros en las ferias son más accesibles que en las librerías, los fondos son más amplios", dice. "La presencia de los escritores anima a los compradores y el 10% de descuento es un atractivo más para los lectores habituales".

En la exposición que conmemora el 40º aniversario de la Feria de Bilbao se pueden ver recortes de prensa que informan de la facturación. Hace ya años que la organización dejó de recabar datos de ventas. Calcular que porcentaje de las ventas de las librerías y editoriales se canalizan a través de las ferias es muy dificil, "Para algunos expositores la feria de Bilbao, la más importante del País Vasco, es un escaparate, una cuestión de imagen más que de ventas. Para otros lo que cuenta es la facturación".

La presencia de los autores en la feria tira de las ventas. Bilbao-New York-Bilbao, de Kirmen Uribe, en euskera y castellano, y La Universal, de Toti Martínez de Lezea están a la cabeza de las obras más vendidas, junto a Tiempo entre costuras de Maria Dueñas y Crimen en directo, de Camilla Läckberg. En euskera el público ha demandado Katu jendea, de Eider Rodríguez, y las obras de Karmele Jaio, Jon Arretxe y Katixa Agirre. Las aventuras de Gerónimo Stilton y la serie Nur, de Martínez de Lezea, han sido las de más éxito para el público infantil.

Algunos libreros se esfuerzan por ofertar obras fuera de la corriente dominante de los superventas. Fernando Fernández, de Etxean, una librería del barrio de San Ignacio, en Bilbao, ha reunido la bibliografía de Miguel Delibes. Y con éxito. "Todo Delibes está en colecciones de bolsillo", dice. "Se pueden comprar hasta por seis euros".