La colección YSL-Bergé muestra sus joyas al público
La muestra permanecerá abierta hasta el lunes, día que comenzará lo que los expertos han calificado ya como "la subasta del siglo"
El Grand Palais de París acoge hasta el lunes la colección de arte que reunieron durante 40 años el modisto francés Yves Saint Laurent, fallecido en 2008, y su compañero Pierre Bergé. Las 733 obras de arte saldrán a la venta el lunes en lo que muchos expertos han calificado ya como "la subasta del siglo".
El mítico edificio de la capital francesa ha experimentado una rápida transformación interna y con su techado de cristal se ha convertido en un joyero fabuloso en el que se intenta recrear estancias de los apartamentos del fallecido modisto y su compañero. Los objetos que sacará a subasta Christie's están distribuidos en doce salas decoradas en blanco y negro al gusto de Saint Laurent y Bergé, quienes reciben al visitante desde un enorme cartel colgado a la entrada del Grand Palais.
Como si fuera un auténtico museo de artes decorativas, los organizadores han dispuesto las piezas de manera que da la impresión de que la exposición, más que temporal, está para quedarse. Pero el objetivo del despliegue -que se espera atraiga a unos 30.000 visitantes en este fin de semana y hasta la una de la tarde del lunes- es vender, y en ello se ocuparán los empleados de la casa de subastas, que llegó a estimar que, "razonablemente", podrá obtener de 200 a 300 millones de euros.
Hasta 500 millones de euros
Otros expertos del mercado del arte elevan hasta 500 millones de euros los resultados de la subasta, para la que se ha destinado una sala de 1.200 asientos, con 100 líneas telefónicas para las pujas y con ocasión de la cual se ha editado un catálogo, con una tirada de 6.000 ejemplares y un peso de diez kilos por unidad.
No todas las piezas de la colección que reunieron durante cuarenta años Saint Laurent y su compañero se ponen a la venta, y entre las "salvadas" del acto está el Goya -"Retrato de Don Luis María de Cistué"- donado al Museo del Louvre. Aunque como en casi toda gran subasta, no ha faltado la pizca de polémica:Pekín reclama dos bronces por considerar que fueron robados de China y, aunque un magistrado en París se pronunciará el mismo lunes sobre el asunto, Bergé ya ha condicionado su entrega a que el régimen chino se comprometa a respetar los derechos humanos.
La fundación que preside Pierre Bergé será la beneficiaria de la recaudación que se obtenga en subasta y él mismo ha declarado que el objetivo "no es el dinero", sino aportar fondos a organizaciones caritativas, parte de ellos para la investigación sobre el sida. El resultado de esta "venta del siglo" se conocerá al final de las tres sesiones de la subasta que comenzará a las 19.00; el miércoles, todo tendrá que estar vendido.
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