Embajada culinaria en Kenia
Cuatro chefs madrileños 'españolizan' unos fogones en Nairobi
"¿Por qué no conocéis África?" "¿Y por qué no hacemos que conozcan los africanos la cocina española?" Así, en una conversación sobre viajes y cosas de comer, entre un valenciano organizador de safaris, Gabriel Gonzalez (que es capaz de servir con arroz levantino paellas para 300 personas), y unos cocineros madrileños amigos (algunos de ellos hasta corren juntos en la San Silvestre vallecana) surgió una ocurrencia que ha fructificado en una espontánea embajada culinaria en Kenia.
La idea llevaba cociéndose cuatro años pero por fin se ha puesto en el plato estos días, aprovechando las vacaciones. "Los cocineros nunca dejamos de serlo, ni en nuestro tiempo libre", dicen, asumiendo con sorna su "adicción", los protagonistas: Paco Roncero (de los restaurantes madrileños, Terraza del Casino y Estado Puro), Joaquín Felipe (East 47 y Europa Deco), Alberto Chicote (NoDo y Pan de Lujo) y Sacha Hormaechea (Sacha).
De modo que, junto a la cámara de fotos y las gafas de sol, metieron en la maleta sus chaquetillas y delantales. También llevaron algunos productos españoles. Luego se lanzaron a los mercados de Nairobi y hasta encontraron aceite de oliva andaluz. El resultado han sido dos cenas en el restaurante Tamambo (de la misma cadena del Tamarind y el famoso Carnivore), para más de un centenar de personas.
Vinos españoles
Integraron el menú platos como ceviche de gambas con crema fina de aguacate, tataki de atún rojo con ajoblanco, langosta con sopa de aceite, tomates con caballa ahumada, lomo de orza en carpaccio con rúcola y vinagreta a la antigua, pulpo con cachelos (con su pimentón incluido), lomo de cordero con puré de limón, helado de wasabi con mango y arroz con leche.
Para preparar los paladares, el cuarteto madrileño contó con la colaboración de otro cocinero madrileño residente en Kenia, Gabriel Ferrer, que mezcló productos locales con toques spanish. La diplomacia vinícola corrió a cargo de un enólogo riojano, Isaac Muga, que se sumó a la expedición con ejemplares de las mejores añadas de su bodega.
Lo que era un pasatiempo generó también nervios y emociones entre los participantes. Porque la noticia del "menú especial de los chefs sublimes", como los llamaban los anfitriones kenianos, la conocían (vía email) empresarios, profesionales y gourmets de Kenia, pero el pásalo circuló en el sector hostelero.
Pinches improvisados
Una docena de chefs de restaurantes de Mombasa y Nairobi quiso trabajar con los cocineros españoles, como pinches y libreta en mano para anotar información. "En España tenéis el mejor restaurante del mundo. Nos interesa mucho aprender vuestra cocina", decía Joseph M. Gacheru, chef del Tamarind. Antes del acontecimiento, la cocina hervía, en todos los sentidos.
"Tiene que quedar de cine", decía Roncero. "Todo el mundo tiene que disfrutar", sentenciaba Sacha. A los postres, y entre abrazos y agradecimientos en swahili, los cocineros se quedaron con la sensación de que había sido un aperitivo de intercambio, de un viaje de ida y vuelta. La próxima parada será en Madrid. Entonces los madrileños serán pinches de los africanos.
Babelia
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