Róbame, que estoy muy solo
Los personajes de la obra 'Pisar el palito', que se representa esta noche en la Sala Tarambana, mezclan sus sentimientos a raíz del asalto a una casa
¿Y si esperar que alguien entre en tu casa a robar fuera la mejor manera de escapar de la soledad? ¿Qué sentimientos se pueden tener hacia aquellos que ladrones que, a lo mejor, han venido a sacarte de tu monotonía? Esta es una de las ideas más sugerentes que propone la obra Pisar el palito, de la argentina Griselda Gambaro, que se representa esta noche en el teatro Tarambana, en Madrid. Dos ladrones y la mujer a la que asaltan, tres personajes en una situación extrema que reaccionarán de manera inesperada.
Dice el folleto que "Pisar el palito es una expresión utilizada en Argentina que alude a quien ha sido embaucado", como le ocurre a los pájaros cuando caen en una trampa. Y eso es precisamente lo que hacen los protagonistas sobre el escenario: equivocarse. Porque su vida está llena de errores y no hay manera de salir de ellos. Porque se mueven en el ámbito del fracaso, ese que cala tan hondo que casi parece ocultar toda esperanza.
Mario, Lily y Agustín (Camilo Vasquez, Ángela Boix y Rodrigo Ramírez, actores de la joven compañía El arrabal teatro) se odian y se insultan, se escupen miserias a la cara, pero también inician una torpe empatía mutua en el ático triste que los lleva a pensar que, tal vez, puede haber una salida al final del túnel. Una salida que sólo podría romperse si se descubre que la vida, al final, casi siempre oculta una navaja.
'Pisar el palito' se representa esta noche a partir de las 9.30 horas en la Sala Tarambana de Madrid. Precio: 8 euros
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