Daniel Barenboim regresa a Madrid bajo la lluvia
El artista argentino-israelí al frente de la Orquesta West-Eastern Divan deleitó a los asistentes con la pieza de Schönberg
Daniel Barenboim confesó que ha establecido una relación íntima con el público de Madrid, ante el que dirigió por cuarto año consecutivo un concierto gratuito en la Plaza Mayor y que le compensó resistiendo, bajo paraguas y capas de plástico, un insistente chaparrón de verano.
Este concierto, incluido en los Veranos de la Villa, era el tercero de la gira de la joven orquesta formada por músicos árabes, israelíes y españoles, que fundaron en 1999 el director de orquesta argentino-israelí y el intelectual palestino Edward Said como símbolo de concordia y entendimiento, y que actualmente tiene su sede en Sevilla con el apoyo de la Junta de Andalucía.
Pasadas las diez de la noche, comenzaba la velada con la Obertura Leonore de Beetohoven, e, inmediatamente después, Barenboim, en una inusual intervención, se dirigió al público para explicar un cambio en el programa de última hora, surgido a raíz de una conversación con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y que supuso la incorporación de las Variaciones de Schonberg, antes de finalizar con la Sinfonía Número 6 de Tchaikovski, La Patética.
Barenboim había incluido esta pieza en los otros conciertos de la gira, pero no en el de Madrid. "Después de la relación, de lo más íntima que se puede establecer entre el público y el escenario, me parecía una falta de respeto hacia vosotros no tocarla por muy difícil que fuera".
Agradecimientos a Ruiz Gallardón
El director recordó que para la Orquesta West-Easter Divan y para él, "se ha vuelto una tradición" tocar en esta "maravillosa plaza", al tiempo que alabó la figura de Ruiz Gallardón, de quien dijo -con el aplauso del público: "Nuestro alcalde es uno de los pocos en el mundo que se ocupa de la música".
Esta es la cuarta vez que Barenboim, que compartió con Said el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2002 y que tiene la nacionalidad española, dirige en la Plaza Mayor, aunque los dos primeros años lo hizo con la Staaskapelle de Berlín, en sendos conciertos dedicados a las víctimas de los atentados de Madrid y Londres.
El año pasado, ya con la West-Eastern Divan y el Orfeón Donostiarra, el director volvió a la céntrica plaza con la Novena Sinfonía de Beethoven, y con el conflicto en el Líbano como telón de fondo.
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