Shorter, Metheny y Mehldau dan al Jazzaldia la noche más redonda

Enorme Wayne Shorter en su presentación europea con Imani Winds, un fabuloso comienzo para la penúltima jornada del Festival de Jazz de San Sebastián, que cerró un extraordinario concierto de Pat Metheny y Brad Mheldau en la que ha sido por ahora la velada más redonda de la 42 edición.

El gran saxofonista estadounidense volvió a destaparse como continuo descubridor de nuevas formas de abordar el jazz, esta vez amigando su música con la del quinteto de viento Imani Winds, que hasta su encuentro con Shorter se definía por su interpretación de música clásica de cámara y de compositores contemporáneos como Astor Piazzolla y Ligeti, aunque también conocedores de Paquito D'Rivera.

En el auditorio del Kursaal, con el aforo casi al completo, pero que sufrió pequeñas y constantes fugas de público, Imani Winds abrió la sesión con un breve fragmento de Falla, siguió con Fuga y Misterio de Piazzola y terminó con Terra Incognita, compuesta por Shorter el pasado año para este grupo por encargo de La Jolla Society's SummerFest y que han tocado en directo en contadas ocasiones, nunca en Europa (irán después a Alemania y Hungría).

Sin entradas

Tras ellos, el Wayne Shorter Quartet interpretó dos piezas con su líder al saxo tenor, en este nada fácil concierto, que prosiguió con ambos conjuntos ya hasta el final, como una reafirmación de que el jazz y la clásica no están en absoluto desconectados. El músico norteamericano, que en agosto cumplirá 74 años, insistió en ello este sábado al recibir el premio Donostiako Jazzaldia en la sala club del teatro Victoria Eugenia, un recogido espacio donde Shorter habló de "la ilusión por oír la auténtica fantasía y eliminar las ilusiones falsas".

Con ese afán, sin un ápice de falsedad y muy honestamente, parece moverse este músico que tanto ha dado al jazz y que está dispuesto a seguir dando, como esta tarde en el auditorio del Kursaal, donde hizo nuevo lo ya hecho al recordar antiguas composiciones suyas y donde hubo espacio para iniciarse en el entendimiento de lo recién creado.

Shorter, sentado junto a los componentes de Imani Winds, esta vez con su saxo soprano, actuó como el compañero sabio que se abre a los demás para compartir lo bueno, para hacer frente a "la música del futuro", en palabras de una de las integrantes del quinteto.

En la Trinidad, Metheny y Mehldau respondieron con un fantástico concierto a sus fieles seguidores que hace días que agotaron las entradas para escuchar a este dúo que conforman el primero con la guitarra y el segundo con el piano. No es la primera vez que ambos visitan el Festival de San Sebastián, pero sí la primera que lo hacen juntos, en esta ocasión tras su reciente y segunda colaboración, recogida en el álbum Quartet.

Todos sus temas arrancaron aplausos y ovaciones en una actuación de más de dos horas y media, en la que sonaron temas como el standar All the things you are y Veracruz, de Milton Nascimento. Especialmente bella fue la interpretación de Make peace, que tocó Metheny con la guitarra acústica.

Un extraordinario concierto. Podrían haberlo repetido y nadie se habría movido de su asiento, aunque cabría preguntarse quién disfruto más esta noche, si el público o estos dos grandes músicos compartiendo escenario.