Los jóvenes diseñadores cierran Cibeles

Los jóvenes diseñadores han sido los protagonistas de la última jornada de la Pasarela Cibeles. Por la mañana, José Luis Aznárez y Olga Ríos han mostrado pieles, desfiles a los que han seguido los de Carmen March, Juanjo Oliva, Juana Martín, María Lafuente, Anke Schloder y Carlos Díez Díez, para concluir con el pase de la reconocida Lydia Delgado, encargada de cerrar la edición.

La piel ha pisado Cibeles por primera y última vez en esta edición de la mano del barcelonés José Luis Aznárez, cuya firma ha cumplido medio siglo, y de la gallega Olga Ríos, con una línea basada en la mezcla de pieles. La colección de Aznárez para el otoño-invierno 2006-07 se ha dividido en tres pases, el primero caracterizado por los reflejos polares, con una variedad cromática suave y fría, de colores hielo, azul, crudo y beige, acompañada de sutiles reflejos dorados y con diseños muy envolventes, para los que ha utilizado gran variedad de pieles.

Este peletero, ha mostrado después una línea urbana en la que apuesta por dar un toque de color al invierno con diferentes gamas cromáticas, desde el marrón hasta los tejas, rojos y morados, y en la que destaca el uso de napa combinada con serpiente pitón y los terneros estampados. La última línea de Aznárez, que participa por segunda vez consecutiva en Cibeles, ha estado protagonizada el negro y la plata, con unos diseños años 50, entallados hasta la cintura, y en muchos tipos de piel: napa, terneros tratados con láser, visones, astrakanes, chinchillas, renards, serpientes pitón y petigrís.

Eva, expulsada del paraíso

La propuesta de Olga Ríos se basa en las mezclas inusuales de pieles con encajes, guipures y brocados. La diseñadora gallega ha trabajado la piel imitando dichos materiales, en el marco de una colección en la que ha reivindicado los colores grises azafata, marinos y malvas, para vestir a una mujer coqueta y femenina. Caracterizaron su colección las estructuras de volúmenes amplios, con faldas muy voluminosas.

En el tercer y cuarto desfile, se han visto las propuestas del madrileño Juanjo Oliva, que se inspiran en la salida de Eva del paraíso, con cortes asimétricos, y las de la mallorquina Carmen March, que apuesta por el abrigo Loden y el terciopelo negro para las noches, con accesorios de cuero. March ha presentado como prenda clave para el otoño-invierno ese abrigo que debe su nombre al tejido de lana impermeabilizada usado en su confección, y que recuerda el estilo de vida propio del campo y la caza en el Reino Unido y centroeuropa.

Además, Marcha ha presentado faldas de talle alto y cortes sencillos y elegantes, jugando a combinar dos piezas en una, con pantalones con tirantes incorporados y pichis sobre blusas. Juanjo Oliva, presente en las cuatro ediciones anteriores de Pasarela Cibeles, evoluciona en su colección Eva desde los tonos claros de su estancia dentro del Paraíso hacia las líneas asimétricas y transgresoras evocando su expulsión del Edén.

Broche de oro

Tras el resto de los creadores jóvenes, Lydia Delgado ha puesto el broche de oro a una de las más completas ediciones de Pasarela Cibeles, con un desfile de buen gusto en el que ha demostrado ser una de las mejores diseñadoras del panorama nacional. La cita madrileña se cierra así con balance positivo. El público ha colaborado a dar relieve al certamen llenando las gradas durante los cinco días que ha durado la pasarela.