Darín soporta en solitario todo el peso de 'El aura'
El cineasta danés Per Fly cierra su trilogía sobre la realidad de su país con 'Homicida involuntario'
Ricardo Darín es un claro candidato a la Concha de Plata al Mejor Actor al soportar prácticamente en solitario el peso de El aura, un thriller del autor de Nueve Reinas, que ha concuerdado hoy en la Sección Oficial del certamen donostiarra junto a Homicida involuntario, del danés Per Fly. Fabián Bielinsky firma también el guión de El aura, película radicalmente distinta de su primer largometraje, Nueve Reinas, un éxito que le abrió todos los caminos y le llenó de premios internacionales, protagonizada también por Darín.
El cineasta argentino concibió la trama de su segunda película hace 20 años, cuando era ayudante de realización. Pero al retomar el guión, fue cambiándolo con el fin de alejarse lo más posible del camino trazado por su película anterior. Es El aura una película oscura, con una atmósfera densa y planteada como el estudio obsesivo de un personaje: un taxidermista epiléptico, introvertido, parco en palabras, pero que observa y procesa todo cuanto ve. Un hombre honesto que, sin embargo, sueña con cometer el robo perfecto. Durante un viaje a los bosques del sur de Argentina, un accidente fortuito le dará la oportunidad de participar en ese robo perfecto, el asalto a un camión blindado que transporta las ganancias de un casino local.
El aura comparte con Nueve reinas el hecho de ser un juego en el que nadie es lo que parece, y en el que el golpe perfecto es el objetivo. Pero sólo eso. Se trata de un filme cargado de silencios, centrado en la figura de este hombre que, finalmente, descubre que no basta con la inteligencia que posee para llevar a buen puerto ese robo soñado. Bielinsky encierra a su personaje en un entorno opresivo, claustrofóbico, rodeado de personajes extraños, solitarios y atormentados, en una película que va más allá del género policial y del thriller, para centrarse en ese hermético hombre epiléctico que antes de cada ataque sufre lo que él llama "el aura", un estado que, por unos momentos, le hace perder el sentido de la realidad.
Una gran complicidad con Darín
"El aura es el reactivo a Nueve reinas. Buscaba transitar caminos completamente ajenos que me sirvieran para conocerme como director, un camino abierto puesto que, con sólo dos películas, todo está por recorrer. Además, cuando retomé este guión, la historia comenzó a enfermarse, a volverse anómala, un sesgo que comparte el protagonista", ha explicado Bielinsky durante la rueda de prensa posterior al pase de la película. El director ha hecho hincapié en su complicidad con Darín: "Él tiene que acomodarse al personaje que escribí, que le iba perfectamente. Aparte, entre nosotros se da una estrecha y fuerte conexión. Y luego, claro, él es un valor añadido". Bielinsky es consciente que el ritmo lento de El aura, su oscurantismo y el hecho de renegar del humor propio de Nueve reinas será un reto para su público, pero eligió, por encima de los gustos del espectador, "ser honesto" consigo mismo.
La segunda película a concurso hoy en la Sección Oficial es Homicida involuntario, con la que el cineasta danés Per Fly cierra su trilogía sobre la realidad de su país, visto desde las perspectivas de la clase baja, media y alta. Una trilogía que comenzó con El banco y siguió con La herencia, ganadora, ésta última, del Premio del Jurado al Mejor Guión del festival donostiarra hace dos años. Homicida involuntario narra la historia de un maduro e intelectual profesor, casado y con una vida estable, que mantiene relaciones con una ex alumna, enrolada en un grupo antiglobalización.
En el ataque a una fábrica de armas, este grupo de activistas mata a un policía, lo que hace que este profesor -magníficamente interpretado por Jesper Christensen-, tenga que enfrentarse, en la vida real, a sus planteamientos filosóficos, en los que defiende que para el logro de una sociedad mejor es aceptable que haya víctimas y sufrimiento. Su sentimiento de culpa, al conocer y callar la verdad de ese asesinato, se irá acrecentando a medida que transcurre el metraje, iniciando el personaje un rápido descenso desde su, hasta entonces placentera vida, hacia la desesperación. "Quería mostrar cómo afecta a una persona la muerte de un individuo. En el filme he incluido mis principios éticos. No se puede justificar el asesinato de una persona", ha señalado Per Fly -autor también del guión-, durante su encuentro con la prensa.
Babelia
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