Testigos del atropello mortal dicen que Farruquito conducía a más de 100 kilómetros hora

Testigos presenciales del atropello que costó la vida a Benjamín Olalla la madrugada del 30 de septiembre de 2003 en Sevilla han dicho hoy que el coche que embistió a la víctima, conducido por el bailaor Juan Manuel Fernández Montoya, Farruquito, circulaba a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora. Esta ha sido la principal novedad de la segunda sesión del juicio que se sigue contra el artista en los juzgados sevillanos. El juicio arrancó ayer con la declaración del bailaor, que se enfrenta a penas de hasta ocho años de cárcel.

Farruquito, que no tenía carnet de conducir cuando se produjeron los hechos, no pudo recordar a qué velocidad viajaba esa noche, pero rechazó que condujera rápido. "No podía ir muy ligero en segunda", explicó.

El primer testigo en declarar hoy ha sido Fernando M., amigo personal de Olalla que le acompañaba cruzando el paso de peatones junto al polideportivo San Pablo. Esta persona ha indicado que ambos se dirigían a coger sus respectivos coches a la explanada situada frente al complejo cuando oyó un ruido "fuerte" de "un coche "acelerando", "revolucionando mucho", momento en el que reculó "unos tres pasos" mientras que Olalla, en cambio, echó a correr y fue atropellado. No escuchó frenazo alguno antes del impacto, la vía estaba un poco mojada y las farolas encendidas, según ha recordado, cuando el BMW conducido por Farruquito iba "bastante más rápido de lo que debía de ir".

Al presenciar el atropello de su amigo, rápidamente fue a su coche a coger el móvil para llamar a una ambulancia, si bien cuando volvió al lugar donde había caído Olalla otras personas ya habían dado la voz de alerta. El segundo de los testigos, Manuel H., que había cruzado instantes antes el paso de cebra, ha explicado cómo vio a Olalla "volando" hacia él tras escuchar un motor "muy acelerado" que iba a una "velocidad enorme, por encima de 100 kilómetros por hora", según sus cálculos. También ha rubricado la versión ofrecida por el primer testigo al asegurar que no vio frenar el BMW después del impacto y que pasó "como una exalación", "a una velocidad muy endiablada". "Miré al coche hasta que lo perdí de vista y luego me concentré en el herido", ha explicado recordando que todo pasó "en segundos".

Dos semáforos en rojo

Además, otros dos testigos, una pareja de novios que iba en un Ford Mondeo, han relatado que Farruquito se saltó en rojo dos semáforos en el espacio de unos 500 metros: primero rebasó en rojo el semáforo situado al inicio de la calle del Doctor Laffón, luego atropelló al peatón en el paso de cebra situado en esa calle y finalmente se saltó un segundo semáforo en rojo en la esquina de esta vía con la calle de Efeso, cuando huía del lugar.

"No era una velocidad normal sino bastante temeraria", ha recordado Miguel S.G., "mínimo 100 kilómetros por hora", ha calculado. Su pareja, Dolores O.M., ha explicado que vieron de lejos lo que creyeron que era un bulto o un animal saltar por los aires y que, cuando llegaron al lugar, había sólo una persona junto a Olalla, al igual que indicó otro conductor que también fue rebasado en el mismo semáforo por el bailaor. Por su parte, Juan José C., un joven que trató de perseguir sin éxito el BMW tras el atropello, vio "frenar" y "disminuir velocidad" a Farruquito, aunque no pudo precisar su velocidad. "Soy conductor pero no un radar", se ha justificado ante la risa en la sala de los presentes, incluida la del propio Farruquito.