El Reina Sofía inaugura una de las mayores antologías de Juan Gris
Reúne 250 obras, entre dibujos y pinturas, que el maestro del cubismo realizó entre 1910 y 1927
"Hoy es uno de los días grandes de verdad para el museo". Con estas palabras iniciaba Ana Martínez de Aguilar la presentación de la mayor antológica organizada nunca sobre el pintor madrileño Juan Gris (1887-1927), el más puro, sutil y musical de los pintores cubistas. Emocionada por presentar "una exposición estrella, digna de los mejores museos del mundo", la directora del Reina Sofía ha recordado que se ha afrontado el reto sin escatimar esfuerzos. Desde Nueva York, se han traído obras del MOMA, el Guggenheim y el Metropolitan, se han recibido préstamos de los más importantes museos de Boston, Filadelfia, Cleveland, Chicago, Baltimore, Minneapolis y Washington, así como por el Centro Pompidou de París.
El fruto es la exhibición, que permanecerá abierta hasta el 19 de septiembre, de 250 de las mejores obras, entre dibujos y pinturas, que el artista realizó entre 1910 y 1927. Ciento treinta de las más importantes instituciones del mundo y de destacadas colecciones privadas han colaborado con unos préstamos asegurados por un total de 375 millones de euros, entre garantía del Estado, póliza general del museo y seguros propios de los prestadores. La exposición, con un presupuesto de dos millones de euros de los que Bancaja y Telefónica han aportado 450.000 euros cada una, profundiza en la trayectoria del artista considerado universalmente como el más puro intérprete del cubismo y cuyas obras han llenado de armonía la Sala 1 del Edificio Nouvel y la A1 del Edificio Sabatini.
Paloma Esteban, comisaria de la exposición, lleva cuatro años trabajando en este proyecto para el que ha conseguido unos préstamos excepcionales, ya que muchas de las obras exhibidas se muestran por primera vez en España. Entre las obras conseguidas para el público español se encuentra El torero (1913), que perteneció a Ernest Hemingway y que sólo ha sido expuesto en tres ocasiones. La grandeza de Juan Gris, seudónimo de José Victoriano González bajo el que se esconde una de las figuras más relevantes de la historia del arte español, se encuentra en esa dualidad situada entre el raciocinio y la pasión. "Su obra es una pasión razonada, contenida, es un apasionado frío y en esa tensión está su grandeza", en opinión de la comisaria.
El cuarteto del cubismo
Considerado como uno de los cuatro pintores cubistas más importantes, junto con Picasso, Braque y Léger, el objetivo de Paloma Esteban ha sido ilustrar los principales periodos de la producción de Gris, desde 1910 hasta 1927, año en que falleció. El recorrido de la muestra, de carácter cronológico, se inicia en la Sala A1 del Edificio Sabatini y hace hincapié en el período del Cubismo analítico, de 1911 a 1915, en general menos mostrado dada la dificultad para conseguir las obras correspondientes al mismo. "En los primeros años de este periodo, experimentó en composiciones que le diferenciaron de otros cubistas. Pasa de la técnica de la facetación a la cuadrícula y posteriormente al juego de planos. Este fue el acercamiento especial que tuvo al cubismo y que le diferenció de Picasso y Braque".
En este espacio se muestran también las obras coloristas realizadas a partir de 1913, "original y diferente de los otros cubistas es su empleo del color", así como las de 1914, en que cultivó casi exclusivamente el collage, de los que se exhiben más de 20. El recorrido continua con obras cuyas composiciones "tienen mucho que ver con la proporción perfecta basada en cálculos aritméticos y geométricos, el interés por la divina proporción", ha afirmado la comisaria, para recordar la preocupación de Gris en 1915 porque sus obras fueran claras y "desarrolló un método deductivo con el que entra en el cubismo sintético".
Mientras Picasso y Braque creaban formas abstractas a partir del análisis de objetos concretos, Gris siguió el camino opuesto: comenzar con una composición abstracta para luego adaptarla a los objetos representados. "Cézanne convirtió la botella en un cilindro, pero yo parto del cilindro para crear una entidad individual de un tipo particular: creo una botella...", afirmaba el artista. En el Edificio Nouvel se han reunido obras fechadas desde finales de 1919 hasta 1927 que representan "el retorno al orden" a través de retratos con predominio de la pureza de la línea y de la creación y desarrollo de Arlequín y Pierrot. En 1924, inicia una nueva etapa plástica en la que recupera el color más cálido e introduce en sus composiciones un nuevo motivo, la paleta del pintor.
Babelia
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