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La policía noruega recupera los tres cuadros robados de Munch y detiene a los sospechosos

Se trata de dos litografías y de una acuarela titulada 'Vestido azul', que fueron sustraídos el domingo de un hotel de Oslo

La obra del pintor expresionista Edvard Munch vuelve a ser el objeto de deseo de los ladrones de arte. Después de que el verano pasado unos encapuchados descolgaran El grito y Madonna de un museo de Oslo, otros tres lienzos fueron sustraídos ayer domingo por la noche de un hotel al sur de Oslo. Sin embargo, esta vez los ladrones no han ido demasiado lejos. Menos de 24 horas después del robo, la radiotelevisión pública NRK ha informado de que la policía ha recuperado las tres obras y han detenido a los presuntos delincuentes.

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El hurto se produjo a última hora de ayer en el hotel Refnes Gods de la ciudad de Moss, a unos 50 kilómetros al sur de Oslo, cuyo restaurante posee siete originales de Munch, incluidos la acuarela Vestido azul y dos litografías -un autorretrato y una estampa del dramaturgo sueco August Strindberg-, que fueron las obras robadas. Según las explicaciones policiales, las obras sustraídas eran pinturas, pero el propietario del hotel, Vidar Salbuvik, ha confirmado que se trata de dos litografías y la acuarela Vestido azul (datada en 1915), que decoraban el restaurante del hotel. En el momento del robo el establecimiento estaba ya cerrado.

La policía recibió el aviso de la desaparición de los cuatros a las 23.08 horas y los agentes rastrearon la zona durante toda la noche sin éxito. Pero a primera hora de la noche, el inspector de policía de Oslo, Iver Stensrud, ha declarado a la cadena NRK sin dar muchos detalles: "Hemos detenido a varias personas y los cuadros han sido recuperados". Las detenciones se practicaron en Oslo y los sospechosos son de varias nacionalidades, pero no se ha precisado cúantos son los detenidos ni cuáles sus nacionalidades. En este sentido, las fuerzas de seguridad habían anunciado por la mañana que estaban buscando a dos jóvenes de unos 20 años como sospechosos del robo en Moss.

"Los ladrones sabían lo que querían e intentaron hacerse con un cuarto cuadro" en el hotel, han explicado por su parte los agentes de la policía encargados de la investigación. Los delincuentes, que entraron utilizando una palanca de hierro de la que también se sirvieron para arrancar los cuadros de la pared, fueron sorprendidos in fraganti por una trabajadora del hotel. "La mujer los vio cuando se apresuraban a escapar por la puerta trasera del restaurante, por el lado que da al jardín. En el camino se les cayó uno de los cuadros y perdieron parte del cristal y del marco", ha señalado por su parte el jefe de la investigación policial, Jan Pedersen.

"Muchos de los cuadros [del restaurante] poseen un valor superior a los robados. No se han llevado los más valiosos", ha comentado al respecto el dueño del hotel. Según Vidar Salbuvik, la alarma antirrobo no estaba conectada en el momento del suceso para no molestar a los huéspedes. Al parecer, el inspector Stensrud trabaja sobre la hipótesis de que el robo de dos valiosos cuadros del museo Munch hace siete meses tenga relación con este nuevo caso. El pasado 22 de agosto, el celebérrimo El grito y Madonna fueron sustraídas a plena luz del día del museo dedicado al pintor.

Fue un atraco a mano armada perpetrado por tres enmascarados, que todavía no han sido detenidos ni las obras recuperadas. Este robo suscitó críticas en torno a las medidas de seguridad del museo. Pero éste no era el primer robo de cuadros del maestro expresionista. En 1994, otra versión de El grito fue robada de la Galería Nacional de Oslo, aunque pudo recuperarse un par de meses después.

<i>Vestido azul,</i> de Edvard Munch.
Vestido azul, de Edvard Munch.EFE

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