El director Tassos Boulmetis revisa con nostalgia y humor un hito dramático de la historia griega
'Un toque de canela fina', el mayor éxito de taquilla en Grecia, cuenta las peripecias de un cocinero expulsado de niño de la casa de su abuelo en Estambul
El actor George Corraface es un conductor turco en la memoria de los espectadores españoles, que recuerdan su tórrido romance con Ana Belén en La pasión turca; un cocinero griego en su última película, Un toque de canela fina, que hoy ha presentado en Madrid; y francés en su pasaporte y en sus aspiraciones, pues durante la rueda de prensa ha reconocido que lo quiere ahora es "ser reconocido allí porque Francia está más cercana a mi realidad que cualquier otro país".
En la película presentada hoy Corraface interpreta a un cocinero griego, Fanis, al que su abuelo crió en Estambul, ciudad que tuvo que abandonar obligado y a la que regresa ya en su madurez para reencontrarse con su yayo, moribundo, y con su primer amor. "El guión me encantó, especialmente la parte del niño. También me gustó la forma de contar una historia que es dolorosa, una herida que todavía está abierta, de un modo humorístico y con distancia", ha explicado Corraface, haciendo referencia al conflicto entre Grecia y Turquía en 1964, que provocó la deportación de todos los griegos de Estambul. Pese a ello, "no es una película militante", sino que "transmite la experiencia personal del guionista y director", Tassos Boulmetis.
La película aspira a ser seleccionada como candidata al Oscar al mejor film de habla no inglesa, y ha sido estrenada hoy en España tras convertirse en el mayor éxito de taquilla de la historia del cine griego. "En Grecia ha sido todo un acontecimiento, con más de 65.000 espectadores, pero creo que el pueblo griego puede leer esta película a otros niveles, porque hay mucho de nostalgia", ha señalado el actor en una entrevista concedida a la agencia de noticias Efe.
Corraface explica el éxito por su sutil mezcla de política y cocina, que incluso se extiende a su título original, Politiki kouzina; la palabra politiki escrita sin acento puede ser interpretada como ciudad o como política (la película se titularía así La cocina de la política, "es decir, donde el poder cocina a la gente a base de manipulaciones"). "La cocina expresa la pasión de un pueblo y nos conecta con las raíces, con el pasado, con la juventud, con la cocina de los abuelos. La cocina expresa la pasión de un pueblo", ha apostillado el actor.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.