Una muestra ilustra la pugna entre línea y color a finales del XIX en Francia
Compuesta por 36 pinturas y tres esculturas, pertenecientes al Petit Palais de París, la exposición se inaugura mañana en la Fundación Juan March
Mostrar la confrontación entre dibujo y color en el marco de la figura humana e incidir en la influencia de los movimientos de finales del siglo XIX francés en el nacimiento de las vanguardias son los hilos conductores de la exposición Figuras de la Francia Moderna. De Ingres a Toulouse-Lautrec. Compuesta por 36 pinturas y tres esculturas de 29 artistas, pertenecientes a la colección del Petit Palais de París, la exposición, que se inaugura mañana en la Fundación Juan March, permite apreciar distintos enfoques en el tratamiento de la figura humana desde diferentes tendencias artísticas.
Debido a sus obras de restauración, el Petit Palais, sede del museo Municipal de Bellas Artes, ha decidido mostrar en diferentes exposiciones su colección, una de las más significativas de arte francés de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Construido en 1900 con motivo de la Exposición Universal, alberga 50.000 obras de arte. En su selección, José Capa, director de exposiciones de la Fundación Juan March, se ha centrado en las obras que tratan el tema de la figura humana y, en concreto, del retrato, "tema clásico con el que se puede seguir muy bien el recorrido que plantea la muestra en cuanto a hallar las raíces de los movimientos de vanguardia del siglo XX".
A pesar de figurar nombres como los de Manet, Toulouse-Lautrec, Courbet, Renoir, Sisley, Rodin, Bonnard, Denis o Gauguin, entre otros, la exposición no pretende ser una lista de conocidos artistas ni ofrecer "una síntesis del arte francés del XIX", por otra parte muy poco representado en instituciones españolas, por lo que la exposición constituye una importante oportunidad de ver obras como El sueño de Courbet, Marietta, llamada la Odalisca Romana de Corot o la triple pintura de Maillol. En la selección de los artistas "se han elegido los que han tenido una influencia decisiva en la evolución de los diferentes movimientos. Hemos tratado de traer a los grandes innovadores del siglo XIX con obras representativas del discurso que tratamos de hilar", ha afirmado Capa.
El invento de la fotografía
Retratos de sociedad, desnudos, retratos íntimos o psicológicos son tratados desde diferentes enfoques por las múltiples tendencias artísticas que se desarrollan en la Francia moderna, desde el neoclasicismo y el romanticismo, pasando por realismo, naturalismo, impresionismo, la influencia de la fotografía, el simbolismo y los nabís, hasta las rupturas estéticas que anuncian el fauvismo y el cubismo. Ejemplo claro de la confrontación entre la línea y el color se aprecia en la primera de las salas en la que se exhibe una obra de Ingres, "de técnicas muy preparadas, con gran perfección realista", en contraposición a una de Delacroix, "de gran expresividad, y color" y La Adoración a los Reyes Magos de Théodore Chassériau "en la se ve la influencia que tuvo de ambos".
En torno a estos dos planteamientos "gira el siglo XIX francés", ha señalado Capa, quien ha recordado que el invento de la fotografía en el siglo XIX "hizo una competencia enorme al retrato con un realismo que no tenía rival, por lo que el arte tiene que encontrar su hueco en un espacio más emocional". En la exposición se encuentran presentes tres mujeres, Marie, Bracquemond, Mary Cassatt y Camille Claudel, alumna y amante de Rodin. Aunque esta representación femenina es escasa "es destacable si tenemos en cuenta el momento histórico", en opinión de Javier Gomar, director de la Fundación, quien ha insistido en que "no hemos tratado de seguir una panorámica del arte francés del XIX, sino mostrar a través de los diferentes movimientos las raíces y orígenes de las vanguardias".
Con motivo de la exposición, que permanecerá abierta hasta el 16 de enero del próximo año, se ha editado un catálogo en el que Delfín Rodríguez, profesor de Historia del Arte, afirma que para la muestra se han seleccionado "obras magníficas de algunos de los artistas franceses más decisivos en la construcción del arte moderno o, al menos, contemporáneos de la modernidad". Estas obras "coinciden en proponer diferentes discursos plásticos en torno a la forma o noción de figura, tan cambiante durante el siglo XIX y término de confrontación fundamental para cada nueva poética artística, del desnudo al retrato, de la historia a la Edad de Oro, de lo primitivo a lo cotidiano".
Babelia
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