20 años de Luis Miguel en Las Ventas
El cantante mexicano ha reunido a 15.000 personas en su primer concierto en Madrid
Ha recogido el testigo capilar de 'El Puma' y heredado el protésico dental de Michael Jackson. Ha protagonizado un 'culebronesco' romance con Mariah Carey y cultivado, a fuerza de silencios, una leyenda de hombre misterioso y complicado. Además ha vendido 50 millones de discos. Hoy más de 15.000 han pagado hoy entre 36 y 58 euros por disfrutar del concierto de Luis Miguel en Las Ventas, y parece que ha merecido la pena.
El méxicano ha repasado sus 20 años sobre el escenario con canciones que iban desde sus primeros grandes éxitos como La incondicional a rancheras como La media vuelta, pasando por boleros como Nosotros y temas como Eres, del disco que presentaba: 33, cómo su propia edad.
Vuelve
Este era el primer concierto que ofrecía en la Plaza de Toros de Las Ventas, a donde mañana volverá. La estrella mexicana estuvo nervioso, como siempre, pendiente del sonido, de la orquesta, de los vídeos, de los puños y el cuello de su camisa, pero eso sí, volcado con los más de 15.000 espectadores. Apareció impecablemente vestido con traje y corbata oscuros, camisa de un blanco nuclear a juego con su sonrisa. Comenzó en medio del griterío con uno de los temas de su último trabajo Vuelve.
No faltaron clásicos de su discografía como O tú o ninguna y viejas canciones como Palabra de honor, que dedicó a todos los treintañeros de su generación, y otras mucho más viejas que el ha adaptado como Cuando calienta el sol o Te puedes marchar, pertenecientes al pop en español de los sesenta.
Quiso también rendir un homenaje a su tierra cantando un par de canciones populares mexicanas. Todo esto ya en la segunda parte del espectáculo, sin corbata y con americana de terciopelo negro, durante la que aprovechó para ponerse romántico con boleros como Nosotros y Somos novios. Descamisado, bailó Cómo es posible que a tu lado o Dame, y una versión de los Jackson Five, y tras el fin de fiesta, con el público entregado y rodeado de serpentinas y papelillos de colores, regresó a los bises para terminar, sonriente y sudoroso, pero demostrando que estaba contento con el concierto, con Te necesito.