El mensajero del miedo llama dos veces

Un hombre apostado entre el público de un mitin dispara contra el presidente de EE UU. Es la última secuencia de El mensajero del miedo, una película de John Frankeheimer que se estrenó en 1962 pocos meses antes de que John Fitzgerald Kennedy muriera a balazos. El largometraje, en realidad una gran radiografía de la caza de brujas y la Guerra Fría, fue entonces acusado de haber inspirado el magnicidio y cayó prácticamente en el olvido.

Ahora, el director Jonathan Demme ha desempolvado aquel guión de George Axelrod, uno de los grandes escritores del Hollywood de los 50, para llevarlo de nuevo a la pantalla. Denzel Washington y Meryl Streep sustituyen a Frank Sinatra y Angela Lansbury, quien llegó a estar nominada un oscar por su interpretación.

La película narra la historia de Raymond Shaw, un soldado recién regresado de la guerra de Corea convertido en héroe nacional al haber salvado a su compañía de un campo de concentración enemigo. Pero el paso de Ray por las manos enemigas no había caído en saco roto: su cerebro ha sido lavado y convertido en una perfecta máquina de matar, listo para empuñar un arma tan pronto como reciba una simple orden telefónica.

La trama está aderezada por una historia de ambición política: el padre del protagonista es un senador mediocre que lanza acusaciones sin fundamento sobre la supuesta militancia comunista de un gran número de políticos. Y detrás de este personaje sin escrúpulos se extiende la sombra fría y manipuladora de su mujer. En una escena que caricaturiza la caza de brujas, el matrimonio debe acordar cuántos comunistas hay en el Senado de EE UU. Sentados a la mesa con un bote de tomate en la mano, acuerdan que hay 57, tantas como variedades de ketchup de la marca Heinz.

La nueva versión se presentó anoche en Nueva York con la asistencia de todo el reparto y la hija de Sinatra, Tina. Angela Lansbury, en cambio, no ha acudido a la proyección: cuando se anunció el rodaje de la película lamentó públicamente que "se enrede con algo que era tan perfecto", en referencia a la gran calidad del largometraje original. Y aunque confesaba admirar a Meryl Streep, reconoce que le hubiera gustado que rechazara el papel.