El segundo encierro de San Fermín, rápido pero peligroso

La ganaderia gaditana de Cebada Gago ha roto hoy, en el segundo encierro de las fiestas de San Fermín, con una mala fama ganada a lo largo de años por ser responsable de la mitad de las cornadas recibidas por los mozos. Hoy ninguno de los corredores ha sido alcanzado por el asta aunque cuatro mozos han sido trasladados a hospitales por diversos golpes y traumatismos. La carrera ha sido rápida y peligrosa, ya que la manada ha avanzado dispersa durante la mayor parte del trayecto, que se ha completado en dos minutos y medio.

En el Hospital de Navarra han ingresado Frederik Minous, de 40 años y nacionalidad francesa, herido en el tramo de la calle Estafeta, y la australiana de 24 años Karen More, trasladada desde el tramo de Telefónica, en ambos casos por traumatismos craneales.

Además, al Hospital Virgen del Camino se ha trasladado a los pamploneses Gabriel Pérez de Iriarte, de 28 años, quien ha resultadoherido con policontusiones de carácter leve en el tramo de Telefónica, y Félix López Bringas, de 27 años, quien sufre un esguince de tobillo que se produjo en el tramo de Santo Domingo.

Manada rápida y dispersa

La manada ha partido a las 8.00 de los corrales de Santo Domingo, compacta y encabezada por los cabestros. En unos segundos, tres toros han cogido la cabeza del grupo que ha culminado el trayecto limpiamente. La manada ha llegado disgregada a la plaza del Ayuntamiento en una veloz carrera, sin prestar atención a los mozos, pero provocando algunas caídas.

Un toro castaño ha quedado algo rezagado generando una situación peligro. La carrera ha proseguido por la calle Mercaderes, donde primero dos de los bureles han resbalado y caído al suelo, y poco después uno de ellos se ha vuelto en redondo sobre los mozos que han conseguido reconducirlo de nuevo sin problemas.

En la curva de Estafeta, como es habitual, los astados han chocado contra el vallado y han quedado tendidos en el pavimento rompiéndose la manada ya de forma definitiva. En ese momento uno de los animales se ha despistado y ha hecho el amago de retroceder.

Por el resto de la calle Estafeta el encierro se ha corrido con tres toros, los mansos en cabeza y el resto de sus hermanos separados, dejando huecos para que los mozos se acercaran a las astas y protagonizaran vistosas carreras. De esta forma han continuado por el tramo de Telefónica, donde un toro ha chocado contra el vallado provocando algunas caídas, y por el callejón de acceso a la plaza, a la que han entrado abriéndose hacia el burladero.

Los dobladores no han tenido demasiados problemas para introducir en los chiqueros a los cuatro primeros astados, mientras un quinto se ha entretenido en la arena y fue sobrepasado por el sexto que, acompañado por los mansos, ha ido directamente a los corrales y ha arrastrado con él su hermano.