El 'chill-out' de Sakamoto y la Sinfónica de Barcelona abren el Sónar

La Orquesta Sinfónica de Barcelona (OBC) se ha incorporado a la modernidad al fusionarse en una noche de chill-out en el Auditorio con otros grupos de música electrónica, en la velada inaugural del Festival de Músicas Avanzadas Sónar, que este año tiene lugar en el marco del Fórum 2004.

La OBC ha protagonizado esta noche dos conciertos, con el aforo del Auditorio de Barcelona prácticamente lleno -unas 2.000 personas en cada sesión- en una experiencia pionera en el mundo en la que ha actuado junto con los músicos electrónicos Ryuichi Sakamoto, Pan Sonic y Fennesz, así como los artistas visuales Videogeist, Lia y Jon Wozencroft.

Después de anteriores experiencias de fusión con el flamenco, el jazz o el cine, la OBC, dirigida por Ernest Martínez Izquierdo, ha dado un paso más y se ha convertido en una de las formaciones más radicales y abiertas del panorama sinfónico internacional.

La noche ha comenzado con una pieza de Serguei Prokofiev, en laque los integrantes de Pan Sonic, Ilpo Vaisanen y Mika Vainio, apenas sugerían sonidos que contrastaban con las imágenes de naturaleza de Videogeist que se proyectaban en una pantalla gigante al fondo del escenario.

A continuación, el japonés Ryuichi Sakamoto se ha superpuesto sobre la orquesta cuando interpretaba la Sinfonía número 9 del "Nuevo Mundo" de Antonin Dvorak. Para esta pieza, Sakamoto, que llegó a ganar un Oscar por la banda sonora de El último emperador, ha mezclado sonidos iraquíes con la obra de Dvorak con la idea metafórica de la guerra del Próximo Oriente, entre Irak y el nuevo mundo anunciado por los norteamericanos.

Uno de los momentos culminantes de la velada ha tenido lugar cuando la Orquesta Sinfónica de Barcelona ha interpretado el primermovimiento del Concierto de Brandenburgo número 1 de JohannSebastian Bach, y ha sido interpelada por Sakamoto a base de scratch en uno de sus sintetizadores.

No menos espectacular ha resultado la experiencia siguiente, cuando Pan Sonic han tocado uno de sus temas más conocidos, Vaihtovirta, y entonces ha sido la orquesta la que se ha superpuesto sobre la música chill-out de los finlandeses, con secuencias musicales escritas para la ocasión por Pedro Alcalde.

El concierto se ha cerrado con una interacción, aún más mínima sicabe, entre la orquesta y Fennesz, que apenas introducía breves apuntes y susurros con el sintetizador sobre dos obras de compositores vivos, Michael Torke y John Adams.