La Royal Opera House de Londres sustituye a una soprano por sobrepeso

Demasiado grande para un pequeño vestido negro. Así explica la conocida soprano estadounidense Deborah Voigt las razones que llevaron a su expulsión de la representación en la que participaba en la Royal Opera House. La cantante, que tiene problemas de sobrepeso, asegura que fue su obesidad y no la falta de cualidades vocales lo que hizo que fuese sustituida.

Voigt, de 43 años, fue reemplazada en junio por la mucho más delgada soprano alemana, Anne Schwanewilms en la obra de Strauss Ariadna auf Naxos. El de Ariadna fue el primer papel de Voigt hace 13 años en la Boston Lyric Opera. Desde entonces ha participado en muchas de las más conocidas representaciones operísticas, que la han llevado por los principales escenarios de Nueva York, Viena, Munich y Frankfurt. Su éxito como Ariadna ha sido tal que Voigt ha decidido llamar a su propia compañía Ariadna Inc. "Una cosa es que te digan que no les gusta el sonido de tu voz. Y otra muy distinta, que no te sienta bien el vestido de cocktail", ha explicado el representante de Voigt.

Una excusa para comer todo lo que pueda

Un portavoz de la Royal Opera House, Charles Millard, ha aclarado que la decisión de sustituir a Voigt no ha tenido nada que ver con su calidad vocal. "Deborah Voigt es una gran, gran cantante. Nuestra intención no era ofenderla. Nuestra intención es montar una representación de la más alta calidad. Escogemos a los intérpretes por sus aptitudes drámaticas y por cómo se ajustan al perfil que buscamos para los personajes, que puede variar de una producción a otra". Millard se ha negado a confirmar que Voigt ha sido sustituída por su obesidad. "Es un tema mucho más amplio. No puedo especificar más", ha dicho.

Sin embargo, Peter Katona, director de casting de la Royal Opera House, sí se ha pronunciado al respecto. "Ariadne se desarrolla en una isla griega y las cantantes suelen llevar togas, pero en esta representación queremos que vistan con modernos y elegantes trajes de noche", ha declarado. Karona ha dicho, además, que las cantantes de ópera utilizan su trabajo como excusa para comer todo lo que pueden. "Ellas dicen que tienen que comer mucho para cantar bien". La compañía británica ya se ha disculpado con Voigt por estos comentarios.

Lo cierto es que Voigt lleva años luchando con la báscula. "Tengo unas caderas grandes y el teatro de Govent Garden tiene un problema con ellas" ha declarado recientemente. "Lo único que puedo decir es que si yo organizase una opera querría a la mejor cantante para el papel tuviese caderas o no. Pero las cosas no son así", ha añadido. La soprano considera que está siendo víctima de una discriminación. "Está actitud con la gente llenita es el último bastión de una discriminación abierta en nuestra sociedad".