Woody Allen hace un alegato en defensa del cine europeo

El cineasta estadounidense Woody Allen ha centrado su improvisado discurso tras la recepción del premio Príncipe de Asturias de las Artes en invitar a los cineastas europeos a "seguir guiándonos a quienes pensamos que el cine es una forma de expresión artística".

Tras parafrasear al cómico americano Jack Benni, quien, "al ganar un prestigioso premio, dijo: 'no lo merezco, pero tengo diabetes y tampoco me lo merezco", Allen ha señalado que "así me siento yo, no lo merezco pero me siento tremendamente honrado con este reconocimiento en un país europeo".

"Criado yo en la era de las películas americanas, de las que disfrutaba porque eran divertidas, me encontré tras la II Guerra Mundial con el influjo del cine europeo en EE UU". "Nos encontramos yendo a salas de arte y ensayo en Nueva York para ver películas de Fellini, Bergman, Buñuel, Kurosawa, De Sica o Truffaut".

Después ha arremetido contra Hollywood: "Ahora Estados Unidos ha entrado en un período poco creativo, los estudios conciben sus proyectos como negocio, dinero, y las películas están destinadas al común denominador mas bajo".

Películas significativas

Para el director neoyorquino, "las pocas películas europeas que llegan de Europa, China, Japón y Latinoamérica" a su país son como un oasis, "las únicas con interés, las más provocadoras, las más significativas".

Por último, el director de Manhattan ha concluido señalando que "para quienes pensamos que el cine es un arte, miramos a los cineastas europeos para buscar líderes, guías que no tenemos en Hollywood", una industria que "derrocha cientos de millones de dólares cada semana, que gasta más dinero en la publicidad que todo el dinero que Buñuel se gastó en su vida haciendo películas".