Aristarain y Mehranfar arrancan ovaciones con dos cintas de crítica social
'Lugares comunes' y 'The winter song' tratan de las diferencias entre el rico norte y el empobrecido sur y de las injusticias producidas por el sistema capitalista
La última película del cineasta argentino Adolfo Aristarain, Lugares comunes, ha arrancado una prolongada ovación tras ser proyectada hoy en la Sección Oficial del festival de San Sebastián en un día en el que también ha concursado la cinta iraní The wintersong (Canción de invierno) del director Farhad Mehranfar. Ambas películas critican el abismo norte-sur y el sistema capitalista.
Aristarain, ganador de la Concha de Oro hace diez años con Un lugar en el mundo ha vuelto a formar tandem con su actor fetiche, Federico Luppi, quien consiguió en 1997 la Concha de Plata al mejor actor por su trabajo en la anterior película del cineasta argentino, Martín Hache.
Y el tandem vuelve a funcionar aquí como lo había hecho en anteriores ocasiones, sumándose a ello el trabajo de la otra protagonista del filme, Mercedes Sampietro, en una historia agridulce en la que aborda temas, lugares, comunes para todo ser humano, como el paso del tiempo, la vejez, el amor y la muerte.
Aristarain ha elegido una novela sin publicar de un primo suyo en la que hablaba de su experiencia tras ser jubilado de forma forzosa, para realizar una adaptación libre a través de un guión firmado a medias con su esposa Kathy Saavedra. Y las referencias al sistema capitalista aparecen inevitablemente, ya que es la crisis económica la que trae consigo un mercado laboral que se achica cada vez más hasta expulsar a aquellos que considera que ya no le son de utilidad, como es el caso del protagonista. Y la vejez y la muerte son pensamientos que rondan constantemente la cabeza de este hombre que atraviesa el último tramo de su vida.
Una canción de invierno
La otra película que ha concursado hoy en la Sección Oficial ha sido The winter song, del cineasta iraní Farhad Mehranfar, un director conocido en San Sebastián donde ya presentó en anteriores ocasiones, siempre fuera de concurso, dos películas: Aviones de papel y El árbol de la vida.
En The winter song, el cineasta elabora un canto a la naturaleza con un guión simple, el de una maestra que llega a una aldea remota situada en las montañas para pasar allí un largo invierno en una casa aislada donde tendrá la tarea de enseñar a los hijos de una mujer que vive sola con su prole. El invierno será una experiencia enriquecedora para todos los habitantes de la casa y para la propia maestra.
En todas sus películas, Mehranfar ha ambientado sus historias en la naturaleza. Su amor a ella corre parejo del odio que le despiertan las ciudades, que, dice, "sólo han traído stress y atentados contra la naturaleza". En este caso The winter song Mehranfar pretende, a través de su enfrentamiento entre el mundo rural y el urbano, elaborar una metáfora sobre el enfrentamiento entre el Norte "rico y capitalista" y el Sur "empobrecido", como se ha encargado de recalcar el cineasta en la conferencia de prensa posterior a la proyección de la película.
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