El cineasta Borau ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando

El director y productor José Luis Borau ha analizado hoy la influencia del cine en la pintura en su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Con El cine en pintura, este cineasta aragonés realizó un amplio recorrido por estas dos artes; mientras que Luis García Berlanga fue el encargado de leer el discurso de contestación, en que ha definido al nuevo académico como "un personaje totalmente atípico en su trayectoria humana y cinematográfica".

Para el que fuera presidente de la Academia de Cine, "la influencia del celuloide en la obra de un artista puede y debe calibrarse, sobre todo, por la frecuencia e intensidad con que adopta formas o maneras característicos de la pantalla, no por la presencia de objetos y personajes propios de la misma o de lo que podríamos llamar su parafernalia".

En este sentido, Borau apunta que "tal influencia quedará patente en su verdadera dimensión cuando quien contempla un lienzo, aun no apareciendo en el mismo dato alguno que lo entronque directamente con la pantalla, sea incapaz de saborearlo o de explicárselo en su integridad sin recurrir a su recuerdo".

Para Borau, son tres las características principales de la expresión cinematográfica susceptibles de ser trasvasadas al campo pictórico. "Está el manejo artificial de la luz, el encuadre o ángulo desde el cual se nos ofrece la visión, y la posibilidad de reflejar el movimiento (eterna aspiración de las artes plásticas) a costa de agrupar o fundir imágenes sucesivas en una sola", explica.

De esta forma, para el director aragonés el cine "aparte de enriquecer con prespectivas y proporciones inéditas, así como con nuevos criterios luminosos, ha aproximado un poco más la pintura al movimiento, su eterna aspiración".

En definitiva, Borau indica que "nadie puede negar, al menos, que el cine ha servido de catalizador en la desigual batalla" de búsqueda del movimiento, "dando a la pintura nuevas alas para continuar su lucha inmemorial o recortándoselas de una vez por todas", ha dicho un director convencido de que el séptimo arte "ha contribuido a reencuadrar la pintura moderna".

Elogios de Berlanga

Por su parte, el cineasta Luis García Berlanga ha sido el encargado de leer el discurso de contestación a Borau, al que se ha referido como "un personaje atípico en su trayectoria humana y cinematográfica". "La soledad profesional, acompañada también en su peripecia biográfica, le confiere una solidez no contaminada en todos y cada uno de sus proyectos", añade.

"Quizá apelando al tópico aragonés, nunca cayó en la tentación acomodaticia, y jamás ha consentido quedar infectado por el mas de los virus estéticos, y ello a pesar de ejercer como crítico notable y de ser un reconocido profesor en la enseñanza cinematográfica", ha seguido sobre un personaje al que también "le honra" el hecho de que "jamás ha coqueteado con ese movimiento a exterminar llamado cinefilia".

Para Berlanga, Borau debe estar "clasificado en el pelotón de cabeza de nuestro cine y recibir el reconocimiento colectivo de los cineastas", sin olvidar que es "un ejemplo de entrega, quizá excesiva, a una pasión que, como todas las pasiones verdaderas, termina por convertirse en un pilar esencial de la vida".

"Episcopal corpulencia"

"A pesar de tu rostro de emérito y tu episcopal corpulencia, has sido, y sigues siendo, el más inquieto y aventurero de nuestros realizadores, el más audaz de todos nosotros", añade el también académico de San Fernando sobre "uno de los pocos directores que ha arriesgado su patrimonio personal para hacer cine".

Finalmente, Berlanga ha señalado que Borau "ha tenido siempre una solidez creativa donde se entremezcla la imaginación que se desborda en cada uno de los temas de sus películas; el esmero en la puesta en escena, en la que hubo siempre un acercamiento microscópico, casi propustaniano, en el que los actores y los objetos tenían un protagonismo idéntico; y una excepcional sensibilidad que se conviritó desde el principio en norma en todas y cada una de sus creaciones".

Amigos y compañeros de profesión como Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime de Armiñán, Fernando Méndez Leite, Jiménez Rico; las actrices Alicia Sánchez -protagonista de su famosa película Furtivos-, Fiorrella Faltollano, las escritoras Soledad Puértolas, Enriqueta Antolín, Elena Santoja, la hermana de Carmen Martín Gaite, Ana María; el arquitecto Rafael Moneo, y el periodista Miguel Angel Aguilar, entre otros, acompañaron al nuevo académico.