Los nueve cachorros y tres adultos de león de un circo francés que han acabado en un refugio español
Los 12 felinos vivirán en las instalaciones de AAP Primadomus en Villena, en Alicante, hasta que se recuperen y les encuentren un hogar en una reserva o un zoo
El lunes llegaron a Villena (Alicante) 12 leones, nueve crías de entre tres y cinco meses, un macho de 18 años y dos hembras, de 10 y 12 años, tras un largo viaje de 20 horas por carretera desde un circo que actuaba por el oeste de Francia. Ahora descansan y se recuperan en las instalaciones de la organización AAP Primadomus, un refugio de animales especializado en la rehabilitación de primates y grandes felinos a los que luego buscan un hogar adecuado. Los cachorros nacieron este verano en el circo, a pesar de que la legislación gala prohíbe la cría, adquisición o comercialización de animales salvajes en estos espectáculos desde diciembre de 2023. En Francia se permiten todavía ―hasta 2028― los números circenses con animales, pero en este caso, los propietarios del negocio habían dejado de emplearlos en los números y no se podían hacer cargo de ellos. Existía un riesgo alto de que las crías fueran vendidas para sufragar así los gastos de manutención del resto de animales del circo, asegura AAP Primadomus.
“Los leones han acabado aquí porque en Francia no existen refugios de este tipo y nosotros somos una organización de ámbito europeo comprometida en ofrecer un futuro mejor a los animales”, explica Berta Alzaga, responsable de comunicación. Los felinos llegaron a Villena muy sucios debido “seguramente a que en el circo se les había mantenido en los tráileres al menos el último mes, porque en el lugar donde estaban no se les podía sacar, y limpiar ese espacio, con ellos dentro, es complicado”, añade. Los animales se mostraron muy nerviosos al llegar, sobre todo las crías, pero en cuanto se reunieron con sus madres, “se calmaron”, describe Pablo Delgado, director de AAP Primadomus España y responsable de grandes felinos.
Ahora es el momento de dejarlos descansar, reponerse y comprobar cómo se encuentran de salud. Las crías “parecen bastante delgadas y sabemos que no han recibido atención veterinaria en el circo”, agrega. Tampoco portaban el microchip identificativo obligatorio, que se les colocó para su traslado. Les queda por delante una cuarentena de al menos un mes en el centro de rescate, por lo que no podrán salir a las instalaciones de mayor tamaño, de alrededor de 4.000 metros cuadrados, hasta que no pase el plazo. “Desgraciadamente, no tenemos más remedio que mantenerlos así hasta que nos aseguremos de que su estado de salud es bueno, que no tienen ninguna carencia nutricional, que están libres de parásitos...”, enumera.
La operación de rescate se llevó a cabo en colaboración con las autoridades francesas ― cuya intención era decomisar a los animales― y Code Animal, organización colaboradora de AAP. No fue fácil. Hubo un primer intento en octubre, pero falló “debido a la falta de cooperación del circo, lo que provocó una situación muy tensa”. Tras un mes de conversaciones, los propietarios aceptaron ceder a los animales, sin tener que recurrir a su incautación. Cuando los veterinarios consideren que se han rehabilitado tanto de forma física como social, les buscarán un hogar definitivo. “Puede ser en un santuario de animales, en reservas o en zoológicos acreditados, y si no lo encontramos, se quedan con nosotros”, concreta Alzaga.
AAP quiere llamar la atención sobre las consecuencias “demoledoras” de utilizar a animales salvajes como “artistas en circos”. Según el estudio realizado por la fundación entre los animales rescatados del entretenimiento The Darkness behind the Spotlight, el 89% de los animales exóticos rescatados de estos espectáculos por ellos presentan alguna secuela mental o física. La organización trabaja para mejorar las leyes de bienestar animal y pide que se aborde una prohibición en toda Europa. Se evitaría así que “más animales tengan que actuar viajando entre países y sufrir el mismo terrible destino al que estaban destinadas estas crías”. Y no se incurriría en las disparidades normativas actuales con lugares en los que se han desterrado estas prácticas y otros en los que no.
En España, los circos con animales fueron prohibidos el año pasado tras la aprobación de la Ley 07/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales. Aunque ya con anterioridad, municipios, localidades y comunidades autónomas, se habían ido sumando, poco a poco, a la prohibición de esta forma “entretenimiento”, señalan. A la entrada en vigor de la ley, 12 Comunidades Autónomas habían suprimido esta práctica y “un 75% de españoles vivía en territorio libre de circos con animales dentro y fuera de ellos”.
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