26 grados en Asturias no afectan igual que en Córdoba: ¿Cuándo una ola de calor es peligrosa en cada provincia?
El Gobierno unificará la información sobre las alertas por altas temperaturas a través de un observatorio de salud y cambio climático
No es lo mismo alcanzar una temperatura máxima de 26 grados Celsius un día de verano en Asturias que en Córdoba. En el primer caso, la mortalidad asociada al calor se dispara a partir de esos 26 grados, mientras que en la ciudad andaluza se tiene que llegar hasta los 41,5 para que ocurra eso mismo. Estos umbrales por provincias figuran en el plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud, que el Ministerio de Sanidad activó el 16 de mayo y que se mantendrá hasta el 30 de septiembre.
Cada provincia tiene una temperatura máxima de referencia y las 52 del país se han actualizado este año. Para fijarlas se han empleado los datos del periodo comprendido entre 2009 y 2019 (hasta ahora se había utilizado como referencia la década 2000-2010). Julio Díaz, investigador en el Instituto de Salud Carlos III, define así los umbrales: “Es la temperatura máxima diaria a partir de la cual aumenta la mortalidad de forma estadísticamente significativa en una provincia”. Para calcularlos, el ministerio se ha basado en el método que el instituto en el que trabaja este experto ha desarrollado. Se elaboran teniendo en cuenta fundamentalmente dos parámetros: las series temporales de mortalidad diaria y las de temperatura diaria máxima también por provincia de los meses de julio, agosto y septiembre.
Asturias (con esos 26 grados), Cantabria (26,5), A Coruña (27,5) y Guipúzcoa (27,5) son las provincias que tienen los umbrales de temperaturas máximas más bajos. Es decir, donde aumenta la mortalidad de forma considerable con un menor incremento del calor en verano. En el lado contrario están Córdoba (41,5), Badajoz (41) y Sevilla (40,5). En estas tres provincias se necesita superar los 40 grados para que se noten los efectos en el aumento de las muertes. Díaz explica que la adaptación a estas altas temperaturas es clave en este asunto, porque no todas las provincias del país están acostumbradas y preparadas de la misma forma al calor extremo.
Hasta la actuación de mayo de este año, los umbrales de riesgo para la salud por calor no solo empleaban el criterio de las temperaturas máximas, sino también el de las temperaturas mínimas. Pero Díaz cuenta que se ha decidido simplificar la información que se ofrece porque ambas temperaturas están directamente vinculadas y “no tenía sentido” mantener los dos criterios para establecer los umbrales de peligro. Este cambio, sin embargo, puede hacer que aumenten los días considerados como olas de calor peligrosas para la salud, señala este especialista.
En el plan nacional del Ministerio de Sanidad que entró en vigor en mayo se dan también datos orientativos respecto al percentil, que ayudan a entender cómo de habitual es que se llegue a los umbrales de riesgo en cada provincia. Ese listado lo encabeza Pontevedra, donde la temperatura máxima de referencia a partir de la que se incrementa significativamente la mortalidad es 28,5 grados y de media se supera el 18,1% de los días de cada verano (tomando siempre como referencia el periodo 2009-2019). Le siguen Palencia (18%), Granada (16,7%), Asturias (16,6%) y Huesca (16,2%).
En el lado contrario, donde se producen menos superaciones de los umbrales, están Badajoz (1,9% de días en verano), Santa Cruz de Tenerife (2,4%), Las Palmas (2,5%), Zamora (4,1%) y León (4,2%).
Observatorio de salud y cambio climático
Partiendo de esos umbrales, el Ministerio de Sanidad difunde cada día durante el verano un mapa de niveles de riesgo para la salud. España está inmersa ahora mismo en la primera ola de calor de este estío, según recordaba el lunes Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Y en ese mapa de riesgo de Sanidad, 10 provincias estaban en el nivel 1 (bajo riesgo) o 2 (medio riesgo). Por su parte, Aemet tenía también el lunes activos 62 avisos rojos y amarillos por temperaturas máximas en varias comarcas del país. Esta agencia no ofrece sus alertas por provincias, sino que baja más al detalle. Pero al no evaluar la mortalidad, los avisos de Aemet no siempre coinciden con el mapa de Sanidad. Por ejemplo, ayer Aemet no tenía ninguna alerta activa para Pontevedra, mientras que Sanidad había decretado un nivel dos de riesgo para la salud empleando los nuevos umbrales.
Del Campo, de Aemet, ha sido uno de los especialistas en meteorología que han participado el lunes en un acto sobre cambio climático con la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha anunciado que el Consejo de Ministros aprobará a principios de julio la creación de un observatorio de salud y cambio climático. Fuentes del departamento de Ribera detallan que una de las labores de este ente será unificar la información sobre las diferentes alertas que se emiten por altas temperaturas y otros fenómenos extremos que la crisis climática está haciendo que crezcan en intensidad y frecuencia. Además del Ministerio para la Transición Ecológica, en ese observatorio participarán el de Sanidad y el de Ciencia. “Se va a unificar el lenguaje sobre las alertas”, explica el ministerio.
“Nos esperan fenómenos meteorológicos extremos cada vez más complicados de gestionar”, ha señalado este lunes Ribera. La vicepresidenta ha recordado el verano asfixiante que se vivió el pasado año, con 41 días de olas de calor. Aunque siempre ha habido olas de calor, “nunca” se han dado “tantas y tan intensas”, ha recalcado Ribera tras anunciar la creación de ese observatorio en el que también participará el Instituto de Salud Carlos III.
La puesta en marcha de este organismo es una reivindicación que los expertos en salud y cambio climático, como Díaz, llevan reclamando desde hace años. Durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ya se creó un ente de este tipo, pero en el de Mariano Rajoy todos los observatorios de temas sanitarios se unificaron en uno solo, explica Díaz. En estos momentos, existe una web, que está desactualizada, y que se pretende reactivar ahora con la creación del nuevo observatorio anunciado el lunes.
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