Von der Leyen respalda a sus comisarios tras las duras acusaciones del PP de partidismo sobre Doñana

Bruselas cierra filas en torno a sus comisarios tras las duras críticas del Partido Popular Europeo (PPE) y su familia española del PP a los responsables de la Comisión por su gestión del caso Doñana. Un día después de que el líder de los conservadores europeos, Manfred Weber, acusara al comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, de “hacer campaña para Pedro Sánchez” por sus reiteradas advertencias ante la regularización de cientos de hectáreas de cultivos de regadío en el entorno del parque natural que tramitan en el Parlamento andaluz PP y Vox, el Ejecutivo europeo ha manifestado la “confianza” de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en su equipo y ha reiterado el papel “estrictamente institucional” que tiene en esta materia.

“Von der Leyen tiene confianza en todos sus comisarios”, ha zanjado el portavoz de la Comisión, Eric Mamer. “La Comisión está cumpliendo su papel de gestión de un expediente en base a la legislación en vigor, hay decisiones de la justicia en esta materia, y se mantiene estrictamente en su papel institucional”, ha declarado.

En similares términos se había expresado ya el propio comisario de Medio Ambiente, quien desde la semana pasada se ha reunido con varios representantes de las diversas partes, incluida la vicepresidenta tercera Teresa Ribera y el consejero de Sostenibilidad andaluz, Ramón Fernández Pacheco, poco después de conocer las acusaciones de Weber. Tras subrayar que “Doñana es importante para España y para la UE”, motivo por el cual la Comisión llevó al país ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) en 2019 —la sentencia condenatoria llegó dos años después—, Sinkevičius subrayó en Twitter: “Mi mensaje es el mismo: la Comisión actúa como un guardián imparcial de los Tratados y la implementación de las decisiones del TJUE es una prioridad”.

Bruselas evita a toda costa entrar en juegos políticos. Desde la Comisión se recuerda que, al contrario que el Parlamento Europeo, que es netamente partidista, la Comisión es un órgano institucional, cuyos miembros vienen de diversos partidos y países, y cuyo cometido es hacer una gestión neutra como guardián e intérprete de los tratados, tal como han recordado varios portavoces, y hasta Sinkevičius, en los últimos días. La propia Von der Leyen es de la misma familia política, el PPE, y país, Alemania, que Weber, aunque el líder de los conservadores europeos ha dejado patente su distanciamiento de la jefa del Ejecutivo europeo en los últimos tiempos.

Fue precisamente desde la Eurocámara donde Weber, un firme aliado del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su intento de recuperar el Gobierno para los conservadores —lo que supondría un refuerzo clave del PPE en Bruselas—, lanzó sus duras acusaciones. “Estamos extremadamente sorprendidos por el comportamiento de la Comisión Europea en el caso de Doñana (…) Tengo que ser muy claro, vemos al comisario con una camiseta roja, haciendo campaña para Sánchez en vez de presentarse como alguien que busca soluciones (...) Lo que necesitamos es una Comisión que intente contribuir a soluciones, que intente unir a la gente y no dividirla por motivos partidistas”, dijo el conservador alemán, secundado por la portavoz del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, y el eurodiputado andaluz de la misma formación Juan Ignacio Zoido.

Las polémicas declaraciones de Weber no tuvieron nada de improvisado. El líder de los populares europeos se reunió con Sinkevičius el martes, en una reunión que, según fuentes europeas, estaba prevista de antemano y no giró solo en torno a Doñana. Pero no se informó públicamente de ella hasta un día más, tras la cita que también mantuvieron Montserrat y Zoido con el comisario, justo después del encuentro de este con la presidenta del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) de la Eurocámara, Iratxe García.

La respuesta desde Madrid ha sido más dura. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha calificado este jueves de “inadmisible” que se haya puesto “en cuestión a las instituciones europeas”. “Se pretende deslegitimar a las instituciones europeas”, ha insistido la vicepresidenta, quien también ha asegurado que “nunca” había “visto a nadie atacar a un comisario así”. “Es un hecho muy grave”, ha añadido tras criticar las declaraciones “tan agresivas” del líder de los populares europeos.

Ribera se ha reunido este miércoles en Madrid con la directora general de Medio Ambiente, Florika Fink-Hooijer, quien en febrero había advertido por carta de que no dudaría en reclamar “sanciones pecuniarias” contra España si esta seguía incumpliendo la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de 2021 sobre Doñana y si se seguía adelante con la proposición de ley andaluza. El encuentro, subrayan desde Bruselas, estaba concertado antes de que estallara la polémica y forma parte de los preparativos de cara a la presidencia de la UE que España asumirá en julio.

Sobre el fondo del conflicto con Doñana, Ribera ha insistido en la necesidad de trabajar con la Junta de Andalucía para cumplir con lo estipulado en la sentencia del TJUE que condenó a España en 2021 por no proteger suficientemente el humedal del que vive Doñana de las extracciones de agua para la agricultura y otros usos turísticos. Pero ha rechazado sentarse con el Gobierno andaluz -como le reclamaron el PP y el PPE la víspera desde Bruselas- para negociar la proposición que pretende legalizar los regadíos ilegales, porque va “en sentido contrario al cumplimiento de la sentencia”. “No es aceptable que se proponga un diálogo sobre una ilegalidad”, ha sentenciado la vicepresidenta.

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