María Blasco responsabiliza al gerente del CNIO de la crisis del centro y se declara víctima de acoso por ser mujer
La directora del centro nacional de cáncer anuncia que ha pedido una reunión con la ministra Diana Morant
María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), se ha desvinculado de la crisis que atraviesa el centro que dirige desde 2011 y ha arremetido contra su gerente, Juan Arroyo. “Las cosas que se me imputan no son de mi competencia”, ha asegurado hoy Blasco en una rueda de prensa celebrada en la sede del centro, en Madrid.
Blasco ha asegurado que está preparando una denuncia “ante la Fiscalía [General del Estado]” por la supuesta “bicefalia” que sufre el centro desde que ella tomó sus riendas. La científica ha declinado aportar más detalles sobre dicha demanda.
La directora del CNIO ha dicho que ella es solo responsable de la estrategia científica del organismo, y que es Arroyo el que controla los ingresos, los gastos y la contratación. Blasco ha defendido su gestión y ha dicho que ayer pidió una reunión con la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, a quien ya había escrito una carta en la que pedía más fondos para el organismo. Blasco ha responsabilizado al Gobierno de la situación de las infraestructuras del CNIO, aunque no ha detallado qué cantidad de dinero necesitaría el organismo para superar la actual crisis. “Exijo que salga a la luz la persona con las competencias económicas y digo esto con máxima transparencia”, ha explicado Blasco en referencia al gerente. “Mi preocupación por la gestión del gerente ha aumentado debido a una demanda por prevaricación, tráfico de influencias, fraude y malversación contra él y dos miembros de su equipo”, ha añadido Blasco, sin añadir pruebas de dicha denuncia.
La bióloga, nacida en Alicante hace 59 años, también ha asegurado: “No he acosado en mi vida a nadie”. Lo asegura en referencia a las más de 10 denuncias que se han registrado en el CNIO desde que es directora. “Yo puedo decir que a largo de mi vida he podido sufrir este acoso algunas veces, que sobre todo lo sufrimos las mujeres, sobre todo las que estamos en una posición de poder. Creo que ahora estoy sufriendo acoso, y no es la primera vez”, ha añadido la científica durante la rueda de prensa, celebrada en el auditorio del CNIO y a la que no estaban invitados los trabajadores del centro.
Preguntada si va a dimitir, Blasco ha dicho: “Ahora mismo, en medio de esta campaña de bulos y desinformación, creo que lo que tengo que hacer es defender el CNIO y culminar mi trabajo”. La científica ha asegurado que le “preocupa muchísimo” que 24 jefes científicos, la mitad de todos los que hay en el centro, hayan exigido su cese y la selección de un nuevo director al Ministerio de Ciencia, que dirige Morant. La directora se ha mostrado abierta a “contestar y solucionar cualquier cosa”. La directora también ha leído una declaración: “No quiero dar la batalla en los medios. La única batalla que quiero dar como directora científica del CNIO es la batalla de la investigación contra el cáncer. Toda la vida la he dedicado a investigar, es mi misión y mi única competencia. Aquellos que supuestamente se han dedicado a otra cosa son los que deben abandonar el centro”.
Antes de responder las preguntas de los medios, Blasco ha defendido su gestión y ha asegurado que el CNIO “sigue estando en la segunda posición” de los mejores centros de cáncer de Europa y “entre los primeros del mundo”. La científica también ha asegurado que 2023 “fue el año que más artículos se han publicado de todo este decenio”.
El gerente del CNIO, Juan Arroyo, ha contestado a EL PAÍS que la demanda a la que ha hecho referencia Blasco está sobreseída y ha aportado pruebas de ello. Ha declinado hacer más declaraciones sobre las acusaciones de la directora. La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, a través de un portavoz, tampoco ha querido hacer declaraciones ni confirmar lo expuesto por Blasco, y se ha remitido a lo que se decida en el próximo patronato del centro, fijado previsiblemente para el 29 de enero.
Una de las peores crisis
El CNIO atraviesa una de las peores crisis desde su creación, en 1998. Algunas de sus infraestructuras claves están inutilizables. Tres de sus cuatro microscopios confocales, una herramienta fundamental para la investigación en cáncer, están averiados al menos desde 2022. Científicos del organismo alertaron de la situación tanto a la dirección del centro como al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades desde ese año, sin que se haya resuelto el problema. El animalario, con unos 30.000 ratones, tiene fuera de servicio el sistema de limpieza automático.
Dos informes internos señalan que la producción científica del CNIO se ha desplomado, como desveló EL PAÍS el pasado viernes. La caída de productividad es de casi un 20%, según algunos indicadores. También se han desplomado los estudios científicos de más calidad firmados por investigadores del centro. Los dos informes también alertan de que el CNIO capta menos fondos públicos para investigación que hace unos años. Ambos trabajos achacan esta situación a la gestión de María Blasco, que lleva dirigiendo el CNIO desde 2011.
Ambos documentos estaban dirigidos a la secretaria general de Investigación, Eva Ortega Paíno, que preside el patronato del CNIO. Uno de ellos documenta más de 10 denuncias contra María Blasco por acoso laboral, maltrato, abuso de poder e insultos racistas. Aunque las denuncias abarcan hasta 2013, la mayoría de ellas se centran en los últimos años del mandato de Blasco. Muchas de estas denuncias se realizaron ante la gerencia del centro, pero no llegaron a prosperar por falta de un protocolo claro de actuación ante estos casos. Además, algunos de los denunciantes retiraron sus acusaciones por temor a represalias de la directora y su equipo, aseguran fuentes del centro. Una investigación oficial tras una denuncia por acoso en 2023 concluyó que Blasco pudo haber abusado de su poder como directora, como desveló EL PAÍS en diciembre.
Veinticuatro jefes de grupo del CNIO, la mitad de todos los del centro, han pedido al Ministerio de Ciencia que cese a María Blasco y abra el proceso para relevarla, según desveló este diario. Al menos 60 empleados del centro se han sumado a esta petición a través de una iniciativa anónima. El CNIO está considerado como el mayor y más prestigioso centro de investigación del cáncer en España. Tiene más de 400 empleados y un presupuesto total de unos 40 millones de euros. Unos 22 millones vienen de la aportación del Estado.
En su última reunión, el patronato pidió rehacer las cuentas para 2025. También solicitó informes sobre su gestión a María Blasco y a la gerencia, así como una “una explicación exhaustiva” de la situación del centro y cómo ha llegado al estado actual. Los 24 jefes científicos que piden la dimisión de Blasco han elaborado otro informe, en el que denuncian el declive del CNIO y la falta de comunicación entre los jefes científicos y la cúpula directiva. Estos documentos son fundamentales, pues todos los patronos —entre los que están el Gabinete de Presidencia del Gobierno, el Ministerio de Sanidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, representantes de comunidades autónomas, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Cris, la Fundación BBVA y la Fundación La Caixa— se basarán en ellos para decidir si piden el cese de Blasco en la próxima reunión, fijada previsiblemente para el 29 de enero.
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