Un experimento crucial hacia la fusión se pone en marcha en Granada con 200 científicos
El proyecto IFMIF DONES, con 16 países, es “la mayor inversión internacional en infraestructura científica de España” según la ministra Diana Morant
Con una inversión inicial de 750 millones de euros (700 para la construcción de la infraestructura y 50 para la puesta en marcha) y otros 50 millones de euros de operación anual, 16 países han puesto en marcha este jueves en Granada la que será, según ha dicho Diana Morant, ministra española de Ciencia, “la mayor inversión internacional en nuestro país en infraestructura de ciencia”. Se trata del proyecto IFMIF DONES, es una de las patas del programa internacional ITER, que investiga el modo de producir energía limpia, inacabable y barata a partir de la fusión nuclear. Un tipo de energía que se produce en el centro del sol y de las estrellas.
Ha pasado casi una década desde que se habló por primera vez del proyecto y cinco desde que Gobierno y Junta de Andalucía se comprometieran a aportar a partes iguales su 50% de la inversión. El proyecto ITER busca desarrollar reactores de fusión asequibles, seguros y reproducibles que ofrezcan un suministro continuo de energía no contaminante. Antes de eso, sin embargo, dadas las altas temperaturas que se generarán en esos reactores, es necesario investigar en nuevos materiales susceptibles de soportar esas temperaturas. En eso consiste IFMIF DONES (por el inglés International Fusion Materials Irradiation Facility – Demo Oriented NEutron Source), una infraestructura que se instalará en Escúzar (Granada), y que será un gran centro investigador en materiales para la fusión nuclear, que serán probados, validados y certificados en la instalación granadina.
Hace cinco años, las cifras del proyecto hablaban de 400 millones de coste de construcción, algo que ahora se estima en 700. La mitad ya están asegurados por el compromiso del Gobierno y la Junta de Andalucía. Croacia ya ha firmado su compromiso de hacerse cargo del 5%. La Unión Europea, a través de sus organismos Future for Energy, EURATOM y EUROfusion anunciará a partir de mayo o julio su aportación. Por ahora, se ha decidido que sea un representante de Fusion for Energy (el órgano de la Unión Europea a cargo de la investigación en fusión nuclear), el responsable del grupo de trabajo que organizará los siguientes pasos que pondrá en marcha la infraestructura de Granada.
Otro inversor relevante parece que será Japón, que en este momento negocia con España su participación. Fuentes conocedoras de las conversaciones explican que les han presentado diversas opciones para que se involucren, una de poca implicación económica, dos intermedias y una con una inversión fuerte. Estas mismas fuentes creen que optarán por estar fuertemente involucrados en el proyecto con “alrededor de un 20% del presupuesto”.
El resto de países asistentes a la reunión de Granada confirmará su inversión en los próximos meses. El método de inversión, en la mayoría de los casos, será en forma de aportación de bienes y tecnología a la infraestructura, explica Ángel Ibarra, director del Consorcio IFMIF DONES España, el órgano que regula el proyecto por parte española. La parte mayoritaria de la inversión en metálico procederá de España. La ministra de Ciencia, Diana Morant, ha puesto una cifra exacta a la primera aportación gubernamental. El gobierno ha hecho ya una reserva de 93 millones de euros de Fondos Feder para poner en marcha la infraestructura, cuya construcción comenzará el 2025, según ha confirmado la ministra. En paralelo, el consejero de Universidades de la Junta ha explicado que el organismo andaluz pondrá en el proyecto “un euro por cada uno que ponga el Gobierno”. Eso supone sumar otros 93 millones y garantizar así 186 para estos primeros años de proyecto. La Agencia Espacial Española, que se instalará en Sevilla, tendrá un presupuesto inicial de más de 700 millones de euros este año.
Morant también ha anunciado que presentará en unas semanas un plan estratégico de Recursos Humanos que permitirá “la contratación directa de 200 científicos, ingenieros y profesionales de alta cualificación para los próximos tres años del consorcio”. La ministra asegura que este verano llegará la compra de tecnología innovadora para este ámbito de la fusión a cargo del CDTI por valor de 30 millones de euros. Por otro lado, la previsión de generación de empleo para el proyecto es de 1.000 empleos anuales, de los que la instalación empleará de 300 a 400, según las necesidades del momento.
El proyecto ITER busca desarrollar reactores de fusión asequibles, seguros y reproducibles que ofrezcan un suministro continuo de energía no contaminante
Ángel Ibarra ha explicado que se han cumplido los objetivos de la cita en Granada. En primer lugar, determinar la misión del programa, que ha definido como “producir una base de datos con los efectos que causa la radiación en los materiales para poder así resolver los problemas sufran estos en un reactor de fusión”.
También han acordado no solo el programa de construcción de la infraestructura, sino también cómo se va a explotar esta y qué se va a hacer con los resultados. Ibarra lo explica así: “Construiremos una infraestructura que nos permitirá hacer experimentos y luego interpretaremos los resultados que salen de ahí y convertirlos en una base de datos propietaria que, a su vez, permitirá retornar dinero al proyecto”. También se han aprobado distintos asuntos sobre gestión, entre otras, dar al croata Stasa Skenzic la presidencia del comité de dirección del programa DONES.
Respecto a los plazos del proyecto, se estima que a finales de 2024 se publicará el concurso que determinará la empresa constructora, que comenzará a trabajar un año después. A partir de ahí, serán 10 años de construcción y 30 de uso. Según esta previsión, a mediados de la década de los sesenta de este siglo, la instalación deberá someterse a una actualización profunda para seguir activa. Ibarra ha puesto fecha a los resultados: “Que la fusión sea relevante en el sistema eléctrico significa que la fusión sea capaz de suministrar el 10% de la electricidad. Eso nos obligará a construir a nivel mundial 200 o 300 reactores. Eso supone varias generaciones de reactores de fusión. Así que, por decir algo, para que la fusión sea una fuente de energía relevante faltan 100 años. Que tengamos una máquina capaz de producir electricidad a partir de reacciones de fusión es algo que podría hacerse, dependiendo de la inversión, en 20 años o algo así”.
Mientras se construye la infraestructura principal del proyecto, ya hay pasos concretos en el polígono tecnológico de Escúzar que lo acogerá. Hace unas semanas la Universidad de Granada y la Junta andaluza comenzaron la construcción de un edificio que acogerá hasta un centenar de investigadores universitarios en este ámbito. El programa UGR-IFMIF DONES incluirá no solo investigación científica y tecnológica, sino formación predoctoral u organización de congresos científicos.
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