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Política científica
Tribuna
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Hacia un sistema de ciencia e innovación competitivo y atractivo a escala internacional

Los autores esperan que la Ley de Ciencia sea “el primer paso para la implementación de una reforma más ambiciosa y profunda”

La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Senado, el pasado 21 de febrero.
La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Senado, el pasado 21 de febrero.SENADO (Europa Press)

La internacionalización y universalidad de la ciencia es fundamental, como ya nos ilustró en el siglo XIX Louis Pasteur en su célebre frase: “La ciencia no conoce país, porque el conocimiento pertenece a la humanidad”. Esto implica que los científicos e investigadores desarrollamos nuestra labor en un contexto competitivo global, aunque sobre nosotros influyen de gran manera los recursos y mecanismos de gestión de los distintos sistemas de ciencia e innovación. Esto lo sabemos de primera mano aquellos que desarrollamos nuestra actividad investigadora en el exterior, quienes estamos expuestos a diferentes modelos y realidades, y que seguimos con gran interés y esperanza la evolución del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, sobre todo en este momento histórico donde los desafíos globales, como la pandemia y el cambio climático, han puesto el foco necesario en la ciencia y la innovación como motor de desarrollo social.

Recientemente el Consejo de Ministros dio el primer paso para la tan esperada y necesaria reforma de Ley de la Ciencia, Tecnología e Innovación, con la aprobación del Anteproyecto de Ley. Esta modificación persigue solucionar los principales déficits y problemas endémicos del actual sistema de ciencia e innovación en España, sobre todo en materia de estabilidad laboral, financiación, cargas burocráticas, igualdad de género, gobernanza y transferencia del conocimiento. Desde la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior (RAICEX) valoramos positivamente la voluntad de cambio, así como algunas de las medidas consideradas con objeto de mejorar el sistema de ciencia e innovación español. No obstante, esperamos que esta modificación de la Ley de Ciencia sea el primer paso para la implementación de una reforma más ambiciosa y profunda que permita situar a la ciencia y la innovación española al mismo nivel que los países líderes en este ámbito, ya que este anteproyecto de ley no logra aumentar su atractivo para investigadores que actualmente desarrollan su actividad en el exterior, sobre todo en materia de estabilidad laboral, salarios y posibilidades de financiación. Desde nuestra experiencia directa como investigadores desarrollando nuestra actividad científica en diversos sistemas internacionales de ciencia e innovación, hemos identificado cuatro cuestiones principales que consideramos clave abordar, no solo para mejorar la atracción y retención de talento en España, sino también para equiparar nuestro ecosistema científico al de otros países líderes en investigación.

Por una parte, es necesaria una apuesta firme por la Atracción y Retención de Talento, tanto nacional como internacional. Para ello es necesario implementar programas específicos que garanticen tanto la incorporación de nuevo personal investigador como su desarrollo profesional; estos programas deben incluir paquetes de reubicación adecuados para iniciar nuevas líneas de investigación y salarios competitivos, al mismo nivel que los de los países de nuestro entorno. Asimismo, no solo es necesario atraer y retener talento, sino también garantizar su estabilización y la financiación de sus líneas de investigación a medio y largo plazo. Estos programas de financiación pública deberían publicarse y resolverse de manera regular y previsible, facilitando la planificación de la carrera profesional de los investigadores y del personal a su cargo, y asegurando la continuidad de los proyectos en marcha. Deben revisarse también los procesos de Evaluación y Acreditación de la Carrera Científica, buscando simplificar los procesos de registro y de acreditación de méritos, por ejemplo permitiendo el uso de agregadores online reconocidos. Además, es necesario promover la homologación directa de títulos conseguidos en el extranjero, así como de las equivalencias de las categorías del personal docente e investigador de los Organismos Públicos de Investigación y universidades con los perfiles de investigación definidos por la Unión Europea o mediante acuerdos bilaterales con países estratégicos. Son necesarias también medidas que faciliten una mayor internacionalización del sistema de ciencia e innovación español, por ejemplo, promoviendo el inglés como lengua vehicular para comunicación dentro de los centros y con la administración, incentivando la doble afiliación de los investigadores, ajustando la dedicación docente a la de otros países para facilitar, eficazmente, la docencia e investigación, así como dando el apoyo necesario desde las administraciones para reducir las tareas de gestión. Por último, es necesario estimular una mayor colaboración entre universidades y centros de investigación con el sector privado de manera que los avances científicos se traduzcan en mecanismos de innovación que, a su vez, favorezcan el tejido económico y la competitividad del país. Para ello, es necesario aumentar los programas de financiación de la investigación en sectores estratégicos para España, reforzar el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) como órgano gestor del desarrollo e innovación tecnológico, y promover ayudas fiscales al sector privado mediante el mecenazgo que fomenten la incorporación, formación y movilidad de investigadores. Esto requiere un aumento significativo y constante de la inversión pública en I+D+i, para que, junto a la participación del sector privado, permita posicionar a España en un nivel de inversión en ciencia similar al de países destacados como Suecia, Dinamarca o Alemania.

Esta casuística, que parece intrínseca al sistema español, comparte, sin embargo, problemas y retos comunes a los de otros muchos países tanto dentro como fuera de Europa, y forman parte de las distintas estrategias de gestión, desarrollo y estímulo de los sistemas de ciencia e innovación de cada uno de ellos. Por tanto, es necesario evaluar aquellas medidas que ya han sido implementadas con éxito en estos países y buscar la manera de integrarlas en España. No se trata, por tanto, de volver a “inventar la rueda”, sino de evaluar medidas y políticas exitosas en otros países de nuestro entorno que, teniendo en cuenta sus características, peculiaridades y capacidades, puedan servir como referencia al sistema español.

El cambio sustancial que necesita España en materia de ciencia e innovación requiere llevar a reformas administrativas de mayor calado y de manera continuada en los próximos años hasta afianzar un sistema sólido de generación de conocimiento, atractivo y capaz de acoger tanto investigadores extranjeros como nacionales de manera estable. Este objetivo solo es alcanzable con el compromiso de todos los grupos parlamentarios a través de un Pacto de Estado por la Ciencia que sitúe a la investigación en el centro del modelo productivo español y asegure la continuidad de las reformas necesarias aquí apuntadas. Solo así conseguiremos generar un tejido productivo basado en la innovación que incremente la competitividad de España en un contexto internacional y globalizado y genere empleo de calidad en un futuro próximo. Porque sin ciencia, no hay futuro.

José M. Torres Ruiz es Científico Titular del Instituto Nacional de Investigación Agraria, Alimentaria y Medioambiental – INRAE (Francia) y coordinador de la comisión de Atracción de Talento y Política Científica de RAICEX.

Francisco Vilaplana Domingo es Profesor Titular en el KTH Real Instituto de Tecnología de Estocolmo (Suecia) y presidente de RAICEX.

Carmen Sánchez Cañizares es investigadora postdoctoral en la Universidad de Oxford (Reino Unido) y vicepresidente de RAICEX.

Javier Pardo Díaz es investigador predoctoral en la Universidad de Oxford (Reino Unido) y Director de Política Científica de SRUK/CERU.

Judit Jiménez Sainz es Associate Research Scientist en Yale University (USA); Presidenta de ECUSA y vocal de la comisión de Atracción de Talento y Política Científica de RAICEX.

Eva Ortega Paíno es directora científica del biobanco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y secretaria general de RAICEX.

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