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La ostra que podría ayudar a recuperar el mar Menor

Un proyecto del Instituto Español de Oceanografía promueve la restauración de este bivalvo en la zona porque consume las microalgas que provocan la eutrofización

Ostra plana en el mar Menor. Imagen cedida por el Instituto Español de Oceanografía.
Ostra plana en el mar Menor. Imagen cedida por el Instituto Español de Oceanografía.Javier Giménez
Laura Camacho

El impacto de la actividad humana en el mar Menor ha sido varias veces protagonista en todos los medios de comunicación en los últimos años. Uno los episodios más recientes sucedió el pasado verano, cuando el Gobierno murciano tuvo que retirar 4,5 toneladas de peces que habían muerto a causa de la falta de oxígeno en el agua. O lo que es lo mismo, el exceso de nutrientes derivado de los fertilizantes usados en la agricultura y que acaban en la laguna, favoreciendo la proliferación de algas y fitoplancton. Este proceso de contaminación se denomina eutrofización y es lo que el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) pretende frenar con la ayuda de la ostra plana (Ostrea edulis).

La ostra plana tiene capacidad de filtración porque se alimenta de microalgas que provocan la eutrofización. Sin embargo, su población en el mar Menor se ha visto reducida a causa de la llegada de especies invasoras. Por eso, el IEO dirige el proyecto RemediOS para promover la restauración de esta especie en la laguna. La responsable del programa, Marina Albentosa, advierte sin embargo de que no es una “solución mágica” para acabar con los problemas de la laguna. “El mar Menor requiere de soluciones integradas en tierra y en mar”, asevera la investigadora del Centro Oceanográfico de Murcia del IEO.

El primer paso, explica Albentosa, será capturar ostras planas del mar Menor para intentar reproducirlas en un laboratorio. Una vez logrado, se dejará crecer a las larvas durante algunas semanas y después se enviarán a las salinas de Marchamalo. En este espacio protegido de La Manga del mar Menor crecerán, en lo que se pretende sea un paso intermedio de semilibertad. Una vez estén lo suficientemente fuertes como para ser trasladadas a la laguna, se evaluará su capacidad para ayudar a reducir la eutrofización.

El programa, formado por científicos de diferentes instituciones, consta también de una parte de divulgación para diferentes sectores de la sociedad sobre el concepto de biorremediación, que consiste en buscar soluciones basadas en la naturaleza para recuperar un ecosistema. Albentosa argumenta que cuando la mano del ser humano causa la disminución o desaparición de una población, se está eliminando además el servicio que esos individuos prestaban al entorno natural. En el caso de las ostras planas, ese servicio es la filtración del agua y “la retirada de las proliferaciones o desarrollos de fitoplancton”. Con este tipo de actuaciones, se intenta devolver la estabilidad al ecosistema. “La solución nos la está dando la naturaleza que hemos destruido”, resume la investigadora.

Población de ostra plana

La ostra plana alcanzó los 135 millones de ejemplares en el mar Menor durante los años ochenta y noventa, cuantifica Albentosa. Este organismo, según detalla, procede del Mediterráneo y entró en la laguna en la década de los setenta cuando se produjo una bajada de la salinidad. Sin embargo, la llegada de la caulerpa ha diezmado su población. Esta macroalga invasora se ha hecho fuerte en el fondo del mar Menor, lo que ha dejado a las larvas de la ostra sin espacio donde asentarse. Este debilitamiento ha favorecido a su vez a ciertos oportunistas, como la esponja que invaden las valvas de las ostras. “No siempre una sopa verde es la única muestra de que el sistema va mal. Muchas veces el dinamismo y la relación entre las especies que habitan en el ecosistema te están indicando que algo no está funcionando”, puntualiza.

En cuanto al deterioro del mar Menor, la investigadora recuerda que ya se hablaba de ello hace un par de décadas, aunque “el sistema se desestabiliza entre 2015 y 2016″. Las causas están relacionadas con la acción humana: “Todos los estudios están concluyendo que mayoritariamente es la agricultura y en segundo lugar, pero con un gran impacto, el desarrollo turístico. Son los dos factores clásicos del proceso de eutrofización”, sintetiza.

RemediOS forma parte de la red europea NORA (Native Oyster Restoration Alliance), que fue creada en 2017 para apoyar y promover la conservación y restauración ecológica de la ostra plana en toda Europa. Esta iniciativa cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ha financiado parcialmente el proyecto con una ayuda de 172.022,25 euros. Este trabajo forma parte del trabajo de IEO para promover acciones de biorremediación en ecosistemas degradados a través de técnicas de acuicultura.

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