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la crisis del coronavirus
Tribuna
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¿Preocupado por el virus? Cambie de sexo

Dos ensayos clínicos prueban si las hormonas femeninas pueden ayudar a los hombres con covid-19

Javier Sampedro
Un grupo de hombres en un funeral en Sarajevo (Bosnia), el jueves 30 de abril.
Un grupo de hombres en un funeral en Sarajevo (Bosnia), el jueves 30 de abril.FEHIM DEMIR (EFE)

“He venido al mundo para martirizar a los hombres”, diría el coronavirus si tuviera posición erguida, palabra articulada y sentido del humor. Creo que esa frase la pronunció alguien, quizá una cantante mexicana, pero no la encuentro en la red. Da igual, porque no creo que la cantante vaya a demandar al virus por plagio. El caso es que la covid-19 no solo es racista y clasista, sino también sexista. Como soy un hombre, o eso creo recordar, me siento algo desasosegado por ese sesgo vírico arbitrario e impertinente. ¿A qué viene esa patada a la virilidad, por no decir entre las piernas? ¿No teníamos bastante los hombres con nuestra inutilidad generalizada para entender el mundo? ¿No resulta enojoso? Hasta Santiago Abascal clamaría por un poco de igualdad en este terreno.

De China a Estados Unidos pasando por el sur de Europa, los hospitales han percibido con claridad que el coronavirus afecta más a los hombres. El 75% de los pacientes en cuidados intensivos son varones. Las mujeres muestran una menor tendencia a enfermar de gravedad, y una mayor probabilidad de recuperarse si lo hacen. La principal hipótesis que circula, a falta de estudios más sistemáticos, es que la diabetes y la hipertensión son factores de riesgo para la covid-19, y los hombres somos famosos por nuestro mayor índice de esas dos dolencias. Tal vez la razón sea nuestra propensión a tragar chuletones, beber cubatas e hincar el culo en el sillón para ver siete partidos de fútbol seguidos. Cuando se trata de diferencias entre sexos, sin embargo, las principales sospechosas son siempre las hormonas sexuales, como parece lógico.

Los científicos y médicos de Estados Unidos están ya sometiendo a prueba la hipótesis hormonal, informa Roni Caryn Rabin en The New York Times. Hay ahora mismo dos ensayos clínicos en marcha, en Long Island y Los Ángeles, que suministran estrógenos y progestágenos, las principales hormonas femeninas, a los pacientes masculinos de covid-19.

El sistema inmune de las mujeres está optimizado para proteger al feto, aunque la mujer no esté embarazada ni haya tenido hijos. Es una mera herencia de nuestro pasado biológico, y no siempre es buena: las mujeres padecen por esta razón más enfermedades autoinmunes, como la artritis, el lupus y otras cincuenta dolencias que se deben a un sistema inmune demasiado activo. Una razón de esa hiperactividad defensiva son los estrógenos, como el estradiol, y tal vez puedan ayudar a los hombres enfermos de covid-19. Los progestágenos como la progesterona, por su parte, tienen acciones antiinflamatorias, y la inflamación es la gran causa de muerte por coronavirus. Los dos ensayos tienen mucho sentido. Que salgan bien es una cuestión totalmente distinta.

Así está el tema, y hoy dejo para el desocupado lector el ejercicio de ciencia ficción. Si tuvieras que cambiar de sexo para salvar tu vida, ¿lo harías? ¿O antes muerto que sencillo?

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