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La historia de la profesora Katherine Yoma: la víctima de acoso escolar por la que se movilizan los docentes chilenos

El deceso de la pedagoga de inglés, tras denunciar amenazas de muerte por parte de una alumna, empujan a los educadores a exigir al Gobierno de Boric una ley que los proteja de daños físicos y sicológicos

Antonia Laborde
Katherine Yoma Valdivia en una foto de archivo.
Katherine Yoma Valdivia en una foto de archivo.CORTESÍA

La muerte de Katherine Yoma Valdivia, de 31 años, ha empujado una masiva movilización del profesorado chileno. La profesora de inglés sufrió reiteradas amenazas de muerte de una alumna en la Escuela D-68 de Antofagasta, 1.300 kilómetros al norte de Santiago, lo que –según su familia– derivó en su suicidio. Centenares de docentes han salido a las calles de la ciudad norteña exigiendo al Gobierno de Gabriel Boric y al Congreso que aprueben una ley que proteja a los profesores de los daños físicos y sicológicos a los que pueden exponerse en los centros educativos. El caso de Yoma ha indignado a la sociedad, especialmente a los docentes, porque la mujer denunció por los canales habilitados y no consiguió el apoyo necesario, según acusa la familia.

En junio de 2023, Yoma le escribió una carta pública a la comunidad de la Escuela D-68, que depende del municipio de Antofagasta. En el documento relataba lo complejo que había sido lidiar el año anterior con el caso de una alumna que mostraba “comportamientos altamente perturbadores”, tanto fuera como dentro del colegio. La docente describía conductas autolesivas, acoso y amenazas de muerte a varios compañeros del curso. Lamentaba que, a pesar de las denuncias y la derivación de la familia a un programa de Gobierno para ayudarle, la situación no hubiese sido abordada de manera oportuna por parte del equipo escolar. La gravedad de los hechos, apuntaba Yoma, continuaba, a pesar de la “insistencia al director con mis repetidos llamados de atención y solicitudes de intervención”.

El 24 de mayo del año pasado, Yoma impartía clases al curso donde era profesora jefe. Encontró una nota en el cuaderno de la alumna en cuestión en la que estaba escrito su nombre, acompañado de una amenaza: “Te voy a matar”. Lo denunció al director de la escuela y a Carabineros. Le dieron dos días de reposo médico. En esa carta escrita el pasado junio, la profesora acusó que se sintió sola y abandonada.

Karina Yoma, hermana gemela de Katherine, también profesora, ha pedido en nombre de la familia la renuncia del equipo directivo de la escuela por “inoperantes”. También del alcalde Jonathan Velásquez (independiente), quien tras guardar silencio durante más de 10 días sobre la muerte de Yoma, publicó un vídeo en el que compartió antecedentes médicos privados de la víctima y lamentó “el uso político de la tragedia”. Karina contó en un programa de televisión algo de lo que vivió su hermana en estos meses: “Un hecho que a Katherine le afectó bastante, fue dar un discurso por el Día del Estudiante a sus amados estudiantes y que esta misma alumna agresora abriera un audio con gemidos de sexo, dañando la honra y dignidad de la persona y de sus compañeros también”.

En la marcha convocada este lunes por el Sindicato de Profesores y Profesionales de Educación (Sippe) y secundada por el Colegio de Profesores a nivel nacional exigieron en las calles una legislación que proteja a docentes de la violencia que sufren “por parte de alumnos, apoderados y directores”. Carlos Díaz, secretario general del gremio, dice que esta lunes participaron de las movilizaciones más de 40 escuelas municipales y unos 50 subvencionadas. Díaz explica a EL PAÍS desde Antofagasta que el tema de la violencia se agudizó post pandemia, pero que se arrastra desde hace mucho antes, al igual que sus demandas por protocolos escolares claros de protección a los docentes y sanciones ejemplares a quienes no los cumplan.

Díaz pone de ejemplo un caso ocurrido la semana pasada en San Bernardo, en la zona sur de Santiago de Chile, donde el encargado de convivencia de un establecimiento separó a dos alumnos que se estaban peleando y acabó siendo esposado por Carabineros y tuvo que pasar ocho horas en el calabozo. “El Gobierno de Boric se comprometió el año pasado a que el primer semestre de 2024 ingresarán el proyecto de ley al Congreso. Tenemos desconfianza y que lo sigan dilatando. Esperamos que pronto le ponga urgencia a una problemática nacional, que no es solo de Antofagasta ni un fenómeno nuevo”, señala.

El fenómeno ha ido en aumento en el sistema escolar chileno. Según un estudio del Observatorio de Convivencia, Ciudadanía y Bienestar Escolar (OCCBE) de la Universidad de la Frontera, las denuncias de violencia ante la Superintendencia de la Educación por convivencia escolar aumentaron 37% entre 2019 y 2022.

El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, se reunió la semana pasada en el Congreso con representantes del Colegio de Profesores y se comprometió a incluir en el proyecto de ley sobre violencia en los colegios –llamado hasta ahora Convivencia, ahora renombrado Katherine Yoma–, la protección de los docentes. El ministerio explica a este periódico que el desarrollo del proyecto está en una fase de término. “Sin embargo, queremos hacerlo con la pausa necesaria para que tengamos acuerdos con la familia de Katherine Yoma, y con los distintos actores, con los propios parlamentarios, de modo tal de que esto también viabilice su tramitación legislativa”, se explica en la cartera.

El objetivo de la propuesta normativa, según el ministerio, es abordar en forma “integral, ordenada y sistémica” los diferentes ámbitos vinculados a la convivencia escolar, la prevención de casos violencia y discriminación que afectan el bienestar de todos los integrantes de las comunidades escolares.

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Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.
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