Maria del Mar Bonet se reinventa con una orquesta de jazz

La cantante Maria del Mar Bonet (1947, Palma de Mallorca) no tiene intención de alejarse de los escenarios. No ha pasado ni un mes desde que la compositora ofreció el último espectáculo de su gira de tres años, por su medio siglo de trayectoria, y ayer ya presentó una nueva aventura musical y habló sobre sus futuros lanzamientos. La artista mallorquina cantará mañana con la Big Band Begues en un concierto único de swing en el Teatre El Goula de Begues (Barcelona), en el marco del Barnasants. Dirigido por Toni Cuenca, será la primera vez que la artista actuará con una orquesta de jazz para celebrar los 25 años del nacimiento del festival internacional de canción de autor.

La cantante comenzó definiendo esta etapa como “un nuevo camino” en su trayectoria, que empezó con un primer recital en la mítica taberna L’Ovella Negra de Barcelona. De los sonidos mediterráneos argelinos que escuchaba durante su infancia en la radio, pasando por los ritmos caribeños de su última producción, Ultramar (2017), la representante de la Nova cançó ha experimentado en los últimos 50 años con géneros musicales de diferentes partes del mundo.

Bonet aseguró que afrontará “con alegría” esta colaboración que le supone un gran reto al no haberse presentado nunca antes con un grupo de esas características. “Cantar con una orquesta sinfónica es como volar. En cambio, cantar con una big band es tocar con los pies en la tierra”, describió la cantautora, que celebra su regreso a la cultura popular y a géneros musicales como el jazz, el swing y el blues.

El recital será un homenaje a Ovidi Montllor y Guillem d’Efak, ahora que se cumple el vigésimo quinto aniversario de sus muertes. “He cantado tanto a Montllor que todavía lo tengo a mi lado de alguna manera”, comentó. El concierto desplegará un programa que combina cinco piezas habituales del repertorio de la banda y media docena de Bonet. Unas canciones que ella reconoció que no interpreta muy a menudo en público, como L'Àguila negra (1971) o Epigrama (1989), entre otras.

Cuenca, por su parte, afirmó que la amalgama entre los sonidos de la banda, formada por una quincena de músicos, y la voz de la mallorquina logra un “punto de conexión” que los hizo disfrutar durante los ensayos. El director del espectáculo, que ha trabajado en otros proyectos con Bonet, se mostró contento de la oportunidad, ya que destacó que no se imaginaba que la orquesta creciese de tal manera. “A medida que avanzaban los ensayos la tensión aumentaba de nivel, pero al final nos hemos encontrado tranquilos. Todo fluyó. Tendremos un concierto de bandera”, detalló.

Bonet aseveró que tiene nuevos proyectos a futuro. “Todas estas celebraciones que hemos hecho por la gira de aniversario nos hicieron correr porque se acercaba el final de la efeméride. Tengo cinco discos sobre la mesa esperándome”, concluyó.