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La cara positiva del Gloria

Estaciones de esquí, pantanos, bosques y, a medio plazo la pesca, beneficiados por el temporal más intenso

Un caballo se alimenta en los Aiguamolls de l'Empordà.
Un caballo se alimenta en los Aiguamolls de l'Empordà.Toni Ferragut

La borrasca Gloria, que provocó un intenso y sostenido temporal de nieve, lluvia, viento y oleaje —y causó 13 víctimas y daños millonarios—, también tiene su cara positiva. Las estaciones de esquí han sido las grandes beneficiadas. La descarga de los ríos en el mar y el fuerte viento han sido claves para aportar nutrientes a un mar Mediterráneo oligotrófico (pobre en alimento) que se traducirá en una mejor salud de las aguas, una reactivación del sistema, un aumento de la vida marina y más capturas para los pescadores.

El Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà ha renovado el agua de sus estanques y marismas, que desbordan riqueza de flora y fauna, y las riadas han hecho una purga de especies invasoras. El gran nivel de los pantanos garantiza el agua de boca y riego agrícola más de un año y los bosques, empapados, tienen una buena protección contra los incendios. Tras un balance con picos de más de 500 litros de precipitación acumulada, rachas de viento de hasta 144 kilómetros por hora y olas de siete metros de altura, los que siguen son los beneficios que la también devastadora borrasca ha traído.

Nieve en las estaciones de esquí. Un grueso manto de nieve cubre las instalaciones, abiertas al cien por cien. En Vall de Núria, donde solo se esquiaba sobre nieve artificial porque no había nevado desde noviembre, calculan que el grueso acumulado les permitirá llegar hasta Semana Santa. La misma alegría muestran en Masella, o en la Molina, donde acumulaban entre 80 centímetros y 2,10 metros en la zona alta. Están en muy buenas condiciones y esperan una gran afluencia durante todo el mes de febrero.

Nutrientes para los peces. La inyección del agua de los ríos al mar favorece la dinámica del ecosistema marino. Los nutrientes fluviales servirán como “abono” para el Mediterráneo. A medio plazo potenciará la producción de plancton que es la base de toda la cadena alimentaria marina. La tesis doctoral del biólogo Marino y profesor agregado de la Universidad de Girona Josep Lloret, Efectos del ambiente sobre la producción pesquera, concluye que la cantidad de nutrientes llegados al mar es proporcional al incremento de capturas el año siguiente. Habrá más plancton del que se alimentan peces como la sardina o la anchoa y sus huevos o larvas tendrán una mayor supervivencia.

Sostenibilidad marina y salud. La llegada de nutrientes al mar no solo favorece una mayor supervivencia y aumenta la cantidad de ejemplares juveniles, adultos y capturas: también peces como la sardina y la anchoa se alimentan mejor y esto hace que tengan más grasa, lo que en una mejorar calidad y se traduce, en los humanos, en mayor ingesta de Omega3.

Aiguamolls de l’Empordà. El temporal ha permitido a los Aiguamolls de l’Empordà, ubicados en la bahía de Roses y una de las principales zonas húmedas de Cataluña junto con los deltas del Ebro y del Llobregat, hacer un “reset”. El parque incluye tres reservas naturales integrales (con nivel máximo de protección natural), que ahora están renovadas, llenas de agua de buena calidad.

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‘Reset’ ecológico. El temporal ha permitido localizar decenas de tortugas, una cuarentena en la gola del Ter, la desembocadura. La mayoría son de Florida, una especie exótica invasora. El Parque del Montgrí-Medes lucha hace tiempo contra las invasoras y Gloria ha colaborado en su eliminación. Las riadas también han purgado barbos y carpas, peces introducidos que no toleran el agua salada. Y en el Delta de l’Ebre también ha colaborado en la lucha contra el Caracol manzana. Desde Agricultura destacan que en esta época esta especie vive soterrada a cierta profundidad y que solo habrán fallecido los ejemplares que estuvieran menos enterrados.

Localización de fauna invasora. La localización por parte de los Agentes Rurales de un siluro en el Montseny (Vallès), ha permitido situar esta especie invasora en una zona donde no se tenía constancia y en la que puede causar mucho daño a la fauna autóctona. Sospechan que el ejemplar de un metro de largo vivía en la presa de Vallforners y fue arrastrado por los aguaceros.

Agua garantizada. Las intensas lluvias han hecho que todos los pantanos de las cuencas internas estén a más de un 90% de capacidad. Esto se traduce en que el agua de para consumo y para riego agrícola está asegurada durante más de un año. El Sistema Sau-Susqueda está a un 97% de su capacidad igual que el Sistema Ter-Llobregat que abastece gran parte de Barcelona y Girona. Aunque todavía es pronto para cuantificar el impacto, también ayudará a la recuperación de aguas subterráneas.

Prevención de incendios. El agua caída prácticamente en toda Cataluña ha dejado unos bosques húmedos, empapados y fuertes para poder afrontar un periodo de al menos hasta pasada la primavera sin incendios. Lluvias de enero, un mes históricamente seco y anticiclónico, que “han salvado el invierno”, aseguran los expertos.

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