“Madrid 360 supone dejar sin efecto la zona de bajas emisiones más efectiva de Europa”
Oposición y ecologistas critican que el plan anticontaminación de Almeida desvirtúa Madrid Central
Oposición, expertos y asociaciones ecologistas han reaccionado este lunes con dureza a Madrid 360, el nuevo plan anticontaminación del Ayuntamiento, que rebaja las restricciones en el centro y permite la entrada de más vehículos a Madrid Central. "El plan de Almeida supone dejar sin efecto la zona de bajas emisiones más efectiva de Europa", resume Adrián Fernández, portavoz de movilidad de Greenpeace, una de las asociaciones que paralizaron en los tribunales la moratoria de multas del regidor. Los expertos creen que estas medidas suponen un retroceso para luchar contra la polución. [Interactivo: consulta la calidad del aire en tu calle de Madrid]
La portavoz de Medio Ambiente y Movilidad de Más Madrid en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, ha cargado contra el "plan humo" presentado por el Gobierno municipal por no indicar presupuestos ni plazos. "Es tanto como decir que se dinamita Madrid Central", ha añadido Sabanés. La portavoz municipal del partido, Rita Maestre, ha señalado que este plan es un ejemplo más de la política de "destrucción de lo encontrado" en el Ayuntamiento que está llevando a cabo el Ejecutivo de PP y Cs, a lo que ha sumado la "presentación ilegal, ya en periodo electoral", lo que les ha llevado a denunciarla ante la Junta Electoral Provincial.
"La contaminación no se reduce disminuyendo las restricciones al tráfico. Plantean una rebaja significativa de Madrid Central sin medir las consecuencias y sin una estrategia clara de reducción. Obviamente, si permites que entren más coches es imposible reducir las emisiones. Es un plan de rebajas, que se salta todos los protocolos y que además es difícil que cuente con el visto bueno de Europa", pronostican fuentes de Más Madrid.
Por su parte, el PSOE ha tachado este plan de "burla a los ciudadanos": "Las medidas anunciadas desvirtúan Madrid Central y son un desprecio a la salud de los madrileños. Almeida lleva los coches al corazón de Madrid a costa de los pulmones de los madrileños. Todo ello en un plan que, a falta de conocerlo en detalle, es chapucero, insuficiente, peligroso e irresponsable", explican fuentes del Grupo Municipal Socialista. "Almeida con esta medida reta también a la UE y al Gobierno central, que el viernes pasado aprobó el plan nacional de control de la contaminación", añaden. “Estamos quedándonos sin tiempo”, ha incidido el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Pepu Hernández. También ha urgido al Ejecutivo de la ciudad a que “actúe ya”: "Cada segundo que pasa [sin hacer nada] es un paso atrás, es otra vez volver a empezar y no hay tiempo para eso”.
El partido ultraderechista Vox, que propuso en campaña electoral eliminar Madrid Central, ha apoyado la rebaja de las restricciones. "Frente al Madrid de las prohibiciones y de las multas se abre el Madrid integral, el de la no contaminación para todos los madrileños", ha dicho el portavoz municipal Javier Ortega Smith, para quien el nuevo plan recoge "medidas eficaces" en apoyo "a comerciantes de Madrid centro, a la libertad y a la movilidad". Además, Ortega Smith ha lanzado una advertencia a la Comisión Europea, que ha puesto en marcha un proceso sancionador contra España por la mala calidad del aire en Madrid y Barcelona: "Que se olviden de sanciones a España, de la amenaza".
La ONG Ecologistas en Acción (EEA), que consiguió la paralización de la moratoria de multas en los tribunales, considera que Almeida “ha presentado muchas medidas que ya estaban contempladas en el Plan A” compaginadas con otras que son “muy negativas”. “Es peligroso que los vehículos con etiqueta C de alta ocupación, con tan solo dos personas, puedan circular libremente por Madrid Central", opina Paco Segura, portavoz de EEA. Explica que estos vehículos representan más del 30% del parque móvil, por lo que "esta medida es claramente negativa y va a incrementar mucho el tránsito en lugar de reducirlo". También considera que el mayor acceso para motos o la bajada del precio de los aparcamientos municipales "incentivarán el acceso al centro”. Con este tipo de medidas, “el Ayuntamiento intenta desvirtuar Madrid Central”. La organización ecologista no descarta llevar las nuevas medidas a los tribunales cuando se cambie la ordenanza, algo que tardará al menos seis meses.
Mientras, Adrián Fernández, portavoz de movilidad de Greenpeace —organización que también llevó la moratoria a los tribunales—, señala: "Hay unas rebajas muy claras en los criterios de acceso a Madrid Central con una invitación a entrar en el coche al centro de Madrid. Este plan supone dejar sin efecto la zona de bajas emisiones más efectiva de Europa, la cantidad de matrículas que pueden entrar se multiplica ahora por 12, y además no sabemos cómo van a controlar la alta ocupación de los vehículos". Por todo ello, este plan supone "dejar sin efectos una medida que ha funcionado contra la contaminación. Y todo ello con unas medidas que podríamos llamar las rebajas de Almeida, rebaja los criterios de acceso, rebaja las plazas de residentes y rebaja las restricciones".
El portavoz de Greenpeace señala que la organización va a estar "muy vigilante" sobre cuál va a ser el procedimiento de aprobación de este plan, y sobre todo cuál va a ser la respuesta de la Comisión Europea. "Cuando Carmena realizó el Plan A [que incluye Madrid Central], primero lo llevó a Bruselas y, tras el visto bueno de la Comisión, lo aprobó en el pleno municipal. Almeida, en cambio, ha presentado el plan sin pasar por la comisión técnica de calidad del aire, sin contar con los grupos municipales, saltándose todos los procedimientos y sin llevarlo antes a Bruselas", explica. Por eso, la ONG confía en que el organismo comunitario eche atrás el plan del alcalde, que además todavía tiene que pasar por el pleno.
“La evaluación que se ha hecho [para elaborar Madrid 360] no ha cumplido con las líneas básicas de un plan de movilidad”. Esther Anaya, investigadora del Centro de Políticas Ambientales del Imperial College London, considera que el nuevo plan municipal es “elitista”: “Las pocas propuestas que tienen repercuten negativamente en la periferia”. Pone como ejemplo la concentración de aparcamientos disuasorios en zonas de rentas más bajas o la gratuidad de autobuses en el centro, una zona muy bien comunicada con mayor renta. “Peatones, solo en zonas comerciales; la bici, con pinzas —insinuar que ‘entorpece el tráfico’ es una idea de los años cincuenta—; y más motos y coches”, resume. Y agrega: “El estudio perpetúa la cultura del automóvil”.
Medidas adicionales
Xavier Querol, científico del CSIC y uno de los mayores expertos en contaminación del aire en España, considera que "habría que mantener Madrid Central y hacerlo cada vez más grande, y habría que rodear esa zona de bajas emisiones de una gran zona con restricciones menores, en la que no se deje acceder a los vehículos que no tengan etiqueta". En cuanto a la prohibición de que los vehículos sin etiqueta circulen por todo Madrid en 2025, Querol destaca que "los planes de calidad del aire exigen medidas que empiecen a actuar ya, no dentro de cinco años. Eso ya no es el plan de calidad actual, sino el siguiente".
En este sentido, el científico recuerda que Madrid Central tan solo tiene 4,7 kilómetros cuadrados, mientras que las áreas de bajas emisiones de otras ciudades son mucho mayores: la de Barcelona, que entra en vigor en 2020, va a tener 95 kilómetros cuadrados; la de Londres se va a extender hasta los 300 kilómetros cuadrados, mientras que la de Bruselas tiene ya 88. Por eso, en su opinión, "hacen falta medidas adicionales para reducir más el tráfico": "Madrid Central solo es una primera piedra para ir creciendo, pero si a esa primera piedra no le ponemos más aureolas alrededor con restricciones, y además disminuimos las restricciones, la medida probablemente perderá eficacia".
David Lois, experto en movilidad, profesor de la UNED e investigador de Transyt, considera que el plan de Almeida "descafeína Madrid Central y lo daña de muerte por volver a permitir el tráfico de paso de vehículos C, que son muy contaminantes, como se ha comprobado con el 'dieselgate". En su opinión, "otra medida absurda es abaratar el aparcamiento a los vehículos contaminantes, eso no lo hace ninguna ciudad de Europa y va a suponer un gran retroceso".
Lois critica también que el Ayuntamiento "envíe el mensaje de que el centro de Madrid está incomunicado si no se puede ir en coche, cuando tan solo el 10% de los viajes con origen o destino a Madrid Central se realizan en coche". Además, "que el Consistorio diga que las motos son sostenibles es un disparate. Hay informes que dicen que muchas contaminan incluso más que los coches, aunque sea con otro tipo de partículas. Y también vierten contaminación acústica". Por todo ello, considera que el plan "va a suponer que aumente el tráfico y empeore la calidad del aire".
"Pone en riesgo la salud pública"
La Plataforma en Defensa de Madrid Central, por su parte, ha considerado que este plan "fulmina Madrid Central", porque las medidas "suponen una invitación clara a entrar en coche y moto al centro de Madrid", lo que "pone en riesgo la salud pública y nos aleja de las ciudades europeas y del movimiento social que pide acciones urgentes contra el cambio climático", según han explicado en un comunicado. La plataforma ha criticado además "la improvisación en la redacción del plan, redactado en solo dos meses y sin contar con los organismos técnicos municipales y de participación ciudadana".
En cambio, varias organizaciones empresariales como CEIM (la patronal madrileña) o Anfac (constructores de coches y camiones) han celebrado la rebaja de las restricciones de tráfico. "Es el primer plan estructural de España que se enfoca en mejorar la calidad del aire de la ciudad. Fomenta, además, una movilidad inteligente, accesible y asequible con medidas que abordan todos los aspectos de la sostenibilidad del transporte, dando soluciones concretas a los retos más importantes, entre las que destaca el plan de renovación basado en el etiquetado energético de la DGT", ha explicado el vicepresidente de Anfac, Mario Armero.
Auditoría exprés
Para preparar estas medidas, Almeida encargó una auditoría exprés a Deloitte para perfilar su plan para Madrid Central. El contrato se licitó por 17.908 euros, sin concurrencia pública (hay que hacerlo por ley a partir de los 18.000 euros) y daba dos meses de plazo para elaborar "la estrategia de reducción de emisiones de Madrid”, un tiempo y un presupuesto escaso, según varios expertos en movilidad. Tanto Más País como el PSOE han denunciado ante la Junta Electoral el acto de presentación del plan anticontaminación, por considerarlo un acto electoral en periodo de convocatoria de los comicios generales.
Madrid Central es un área de tráfico restringido que limita el acceso al vehículo privado en función de sus etiquetas ambientales (los vehículos más contaminantes no pueden acceder) y de si son residentes o no. En la capital, ya existían cuatro zonas donde el acceso de los coches estaba limitado (las áreas de prioridad residencial o APR de Cortes, Letras, Embajadores y Ópera), que ahora quedaban englobadas en esta zona de 472 hectáreas.
El Consistorio de Martínez Almeida ha intentando (sin éxito) suprimir las multas sobre las que se sustenta Madrid Central, puesto en marcha al final del mandato de Carmena. Dos juzgados de la capital le han parado los pies y la Fiscalía General del Estado tiene abierta una investigación de oficio. Además, la Comisión Europea vigila la contaminación en Madrid, con un expediente por incumplimiento desde 2010 y hasta al menos 2017 de los límites legales de dióxido de nitrógeno.
Un informe sitúa a Madrid Central como la zona de bajas emisiones de la UE más efectiva contra la polución. Sin embargo, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) en la céntrica estación de la plaza del Carmen, la única en el interior de Madrid Central, han subido en julio y agosto hasta un nivel similar al mes de marzo, cuando las multas por acceder al área aún no habían entrado en vigor, según un informe de Ecologistas en Acción basado en datos municipales. La organización vinculó este dato a la moratoria que durante varios días eliminó las multas y a las referencias del Ayuntamiento a la anulación de Madrid Central. En los últimos 10 años, este punto de medición ha sido uno de los peores de la red, pero desde la entrada en vigor de las multas ha tenido los mejores registros de la década.
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