Almeida no recurrirá Madrid Central, pero no da detalles sobre su plan para frenar la contaminación
El alcalde y la vicealcaldesa de Madrid han presidido la primera Junta de Gobierno municipal después del verano con tono de campaña electoral
Chascarrillos sobre la investidura de Pedro Sánchez, críticas a la gestión de Manuela Carmena, ironías sobre el ministro de interior Grande-Marlaska o alusiones a la falta de acuerdo para formar Gobierno en España. Estos temas han protagonizado la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, la primera después de la pausa estival. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida (PP), y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), han querido acompañar a la portavoz municipal en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno.
“Queríamos bajar en esta primera rueda de prensa y comunicar que hemos solicitado una entrevista con el presidente del Gobierno. Esperamos que nos conceda la reunión”, arrancó Almeida. Un mensaje semejante al enviado por su compañera de partido Isabel Días Ayuso, presidenta de la Comunidad gracias también a un acuerdo con Cs, con quien gobierna en coalición, y al apoyo del partido de extrema derecha Vox.
Cuestionado sobre los problemas que el Ayuntamiento quiere tratar con Sánchez, el alcalde ha hablado sobre Madrid Nuevo Norte —la conocida como Operación Chamartín que quedó aprobada antes del receso veraniego—; el carril Bus Vao de la Nacional-2, que requiere también la participación de la Comunidad de Madrid; o “el colapso de los servicios municipales”, según dijo Almeida sin dar más detalles. “Un conjunto de cuestiones que se tienen que poner sobre la mesa”, añadió.
“El Gobierno de la nación está muy implicado con los problemas de los madrileños”, ironizaba Villacís, "de repente han descubierto que existe Madrid, pero desde la crítica”. También han hablado de la paralización de la reforma de Plaza de España por el hallazgo de restos arqueológicos del siglo XVI, unas obras que el alcalde había visitado el día anterior; o del desalojo del centro social okupado La Ingobernable: “Un vivero de indeseables”, en palabras de Almeida, que también ha mostrado su intención de desalojar La Dragona, otro centro social okupado en el barrio de La Elipa.
“No vamos a recurrir la moratoria de Madrid Central”, dijo el alcalde. Una de las primeras medidas del Ayuntamiento salido de las elecciones de mayo fue la de aprobar una moratoria sobre la zona de bajas emisiones Madrid Central. Al poco, y tras varias denuncias y una masiva manifestación ciudadana, un juez paralizó esa decisión de manera cautelar. La paralización de Madrid Central -una promesa del PP durante la campaña de las municipales- solo duró una semana. “Vamos a hacer algo más grande”, ha dicho el alcalde sin especificar líneas de acción. “Ahora va a ser Madrid Total”, bromeaban en los corrillos posteriores a la Junta de Gobierno. Ese nuevo plan para frenar la contaminación se anunciará en septiembre: “No sé si la primera semana o la última”, ha avisado Almeida.
Además de campaña electoral, en la primera cita del gobierno municipal se aprobaron dos nombramientos (dos nuevas directoras generales: de planificación de la movilidad y de patrimonio), así como un par de partidas económicas: una para mejorar los servicios de limpieza en Carabanchel y otra para prorrogar del contrato de atención ciudadana de Ciudad Lineal. Preguntados sobre una ley para los pisos turísticos el alcalde respondió que “se está trabajando en esa normativa” y de nuevo aprovechó para criticar la propuesta del anterior Ejecutivo municipal: “Solo quería prohibir”. Aunque Almeida fue investido alcalde el pasado 15 de junio —está al frente de un Ayuntamiento que maneja casi 3.000 millones de euros de presupuesto—, casi dos meses y medio después parece que tanto él como la vicealcaldesa continúan en una dinámica de confrontación política, parece que siguen inmersos en una campaña electoral continua.
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