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Los 60 trenes de metro prometidos varias veces desde octubre no llegarán al menos hasta final de 2022

La Comunidad de Madrid anunció nuevos convoyes para paliar el aumento de demanda en el suburbano pero todavía no están licitados

Miguel Ángel Medina
Un tren llega al andén repleto de viajeros de la estación de metro de Sol.
Un tren llega al andén repleto de viajeros de la estación de metro de Sol.VÍCTOR SAINZ

Metro de Madrid anunció el pasado mes de octubre que compraría 60 nuevos trenes para atender al aumento de la demanda y paliar la falta de convoyes que tantas quejas levanta entre los viajeros. La candidata del PP a la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, los volvió a prometer en la campaña electoral de mayo, y lo mismo hizo el candidato de Ciudadanos, Ignacio Aguado. Sin embargo, Metro todavía no ha redactado los pliegos para adquirirlos ni tiene fecha de entrega. Según los plazos más optimistas, los primeros trenes no llegarán, como mínimo, hasta finales de 2022.

Metro, que hasta 2008 fue la niña bonita de la Comunidad de Madrid —se anunciaban a bombo y platillo grandes ampliaciones—, ha vivido desde 2012 un claro empeoramiento del servicio, con largas esperas, aglomeraciones y quejas constantes de los usuarios. De hecho, en la pasada legislatura tan solo inauguraron una estación construida hace 20 años. Los problemas se deben tanto a la falta de trenes como a la de maquinistas, por lo que no se puede hacer frente al aumento de la demanda, que crece a un ritmo del 5% anual. Como las mejoras en el suburbano son escasas, el Gobierno regional anuncia cada actuación varias veces.

Es el caso de los 60 nuevos trenes —por unos 700 millones de euros—, que se publicitaron en octubre de 2018 y luego en diversas ocasiones durante este año, la última durante la campaña electoral. Sin embargo, la empresa pública confirma que todavía se están redactando los pliegos y no hay fecha prevista para su puesta en marcha. “No hay retraso de ningún tipo, son pliegos de gran envergadura que implican tener en cuenta miles de circunstancias, estamos elaborándolos en plazos normales”, señala un portavoz de Metro.

“La última vez que la empresa compró trenes —60, precisamente— se firmó la licitación en octubre de 2008 y los primeros trenes no llegaron hasta diciembre de 2010, mientras que los últimos lo hicieron en octubre de 2012”, explica Adrián Fernández, experto en transporte ferroviario de Ecomovilidad.net. Es decir, entre dos y cuatro años desde esa firma. “Si están redactando ahora los pliegos, y teniendo en cuenta que agosto es un mes inhábil, luego habrá que hacer un concurso, que lleva un tiempo, con lo que como mínimo la licitación sería a principios de 2020. Como mínimo, los primeros trenes no llegarían hasta finales de 2022 ó 2023, y los últimos en 2024”, añade Fernández.

Son los mismos plazos que manejan los sindicatos del suburbano, aunque Metro no los confirma ni ofrece otros. “Pueden pasar al menos seis meses hasta que se adjudiquen los trenes, y luego el plazo de construcción suele ser de dos a tres años”, dice Juan Carlos de la Cruz, de CC OO.

La ampliación de la línea 11 del suburbano también se ha proclamado varias veces, la última la semana pasada. En este caso, también faltan muchos trámites antes de la licitación definitiva —además de que el Gobierno está en funciones—, y tampoco hay fechas estimadas para que el recorrido llegue a Conde de Casal. La contratación de 100 nuevos maquinistas, que también se ha contado en varias ocasiones, sí tendrá un efecto inmediato, ya que muchos de ellos empezarán a trabajar en agosto.

Algunas fuentes explican que los repetidos anuncios en el suburbano también obedecen a una motivación política: en el hipotético reparto del futuro Gobierno regional, la Consejería de Transportes será para Ciudadanos. Por eso, dicen estas fuentes, el actual Ejecutivo, del PP, se empeña en adelantar las novedades en este área para que, cuando llegue el nuevo consejero, se encuentre con que ya está todo anunciado. Sin embargo, los anuncios son vagos y sin fechas, por lo que se pueden seguir repitiendo en los próximos años.

Problemas con el amianto

Una de las causas de la falta de trenes disponibles es que algunos tienen amianto que hay que retirar. "Metro contrata a una empresa para quitar los elementos de amianto, pero ese proceso es largo y mantiene los trenes inutilizados", dice Juan Carlos de la Cruz, de CCOO. "Otros, en cambio, tienen pintura tóxica con amianto, que es muy difícil de eliminar", añade el De la Cruz. Según datos del sindicato, hay 244 vagones con este material. Metro no ofrece datos sobre ello.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad —es un apasionado de la bicicleta—, consumo y urbanismo, entre otros temas. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’. 

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