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Un paseo de 15 minutos, 300 tarjetas de prostitución

Asociaciones de vecinos de barrios del sur de Madrid convocan un concurso para recoger esta publicidad que algunos menores intercambian como cromos

Lucía Franco
Algunos de las tarjetas que han recogido
Algunos de las tarjetas que han recogidoJuventud Antirracista de Usera y Arganzuela (JAUA)

Hartos de ver amanecer sus vehículos plagados de anuncios de prostitución con mujeres semidesnudas, vecinos de los distritos madrileños de Usera y Arganzuela han iniciado una campaña para concienciar contra esta práctica y pedir a las autoridades que la combatan.

El colectivo Juventud Antirracista de Usera y Arganzuela (JAUA) y Rebeldía Usera han convocado un concurso de recogida de este tipo de publicidad durante el verano y se les han unido otras diez asociaciones vecinales de los barrios del sur de la ciudad.

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En un trayecto de 15 minutos, Carmen, estudiantes de oposiciones, de 26 años, ha recogido con su grupo 300 panfletos bajo la calle de Amparo Usera, en el barrio de Moscardó. Vive en distrito centro y aun así ha decidido unirse a esta iniciativa porque le parece importante crear conciencia sobre el impacto que puede tener este tipo de folletos. "Los hombres de mi familia me contaron que a veces cuando vuelven a casa por la noche les paran para ofrecerles la publicidad, pero de manera personalizada", dice.  "Miramos para otro lado. Aunque no nos dediquemos a la prostitución ni la consumamos, es algo que nos afecta, no podemos hacer como si no existiera", comenta.

En los barrios humildes es en donde más se ve este tipo de anuncios, explican desde la asociación. "Nuestros niños juegan con este tipo de publicidad y se los cambian como si fueran cromos", comenta una de las madres que forma parte de Juventud Antirracista.

El concurso empezó el pasado sábado y hasta mediados de septiembre los grupos intentarán recoger el máximo número de publicidad para visibilizar esta problemática y hacer una acción directa feminista. El acto final será en el mercado de Usera, que lleva meses sin actividad. La idea es poner sobre una vieja báscula típica de carnicero o frutero lo que lleve cada equipo. Los premios van desde pegatinas, camisetas hasta libros.

“Hemos recogido dos kilos de tarjetas en una semana en un solo barrio”, explica Fidel Oliván, miembro de Juventud Antirracista. “Esta publicidad tiene un componente fetichista, y por se publicitan con mensajes racistas que se trata de mujeres 'chinas' o 'latinas', lo que supone un menosprecio a la mujer”, añade. "Chicas voluptuosas rubias y morenas. Somos varias amiguitas jovencitas y maduritas. Las tetas son 100% reales ven y compruébalo", o "Chicas nuevas muy guapas y jovencitas asiáticas en Usera", dicen algunos de los folletos que se reparten por estos barrios.

En 2017, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha un plan para perseguir la publicidad sobre prostitución que se distribuye a través de los llamados anuncios o folletos (en inglés, flyers) que se dejan sobre todo en los parabrisas de los coches. El debate había surgido ese año, cuando comenzaron a aparecer, en algunos distritos madrileños, que anunciaban servicios sexuales en los parabrisas de los coches. En 2018 volvió. Y, de nuevo, ahora. “Nuestro objetivo es que esta propaganda desaparezca de nuestras calles”, dice Olivan.

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Sobre la firma

Lucía Franco
Es periodista de la edición de El PAÍS en Colombia. Anteriormente colaboró en EL PAÍS Madrid y El Confidencial en España. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Javeriana de Bogotá y máster de periodismo UAM-EL PAÍS. Ha recibido el Premio APM al Periodista Joven del Año 2021.

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