La Selectividad arranca en Cataluña con un texto de Borges y un artículo de EL PAÍS
Más de 34.500 estudiantes se examinan de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) desde este miércoles hasta el viernes
En unas semanas miles de estudiantes marcarán en una casilla a qué quieren dedicar sus próximos cuatro años, y encaminarán su vida hacia un determinado punto académico. Muchos de ellos seguirán los cantos de sirena de las “carreras con salida”, mientras otros optarán por los grados “que nadie quiere”, así llamadas por la profesora de Historia de la Lengua de la Universidad de Sevilla, Lola Pons en una tribuna titulada Lo que nadie quiere, publicada en EL PAÍS hace un año y que este miércoles ha entrado en la Selectividad.
Este texto ha sido una de las dos opciones que los 34.547 estudiantes catalanes que estos días se someten a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) se han encontrado en el examen de Lengua castellana que a primera hora inauguraba las pruebas que se prolongarán hasta el viernes. La otra opción era un fragmento de El disco, de Jorge Luis Borges. Por los comentarios en redes sociales parece haber sido el preferido por los estudiantes: “Si has hecho la opción A [Borges] no eres de fiar”, "¿Te imaginas conocer el amor de tu vida para descubrir que ha escogido la opción A en castellano?" bromeaban varias usuarias en Twitter. Los corrillos del patio de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) confirmaban esta preferencia y transmitían optimismo respecto a la prueba. “Tengo buenas sensaciones, ha sido asequible”, comentaba Bruno Sanz, estudiante de El Masnou (Barcelona) que quiere estudiar el grado de Relaciones Internacionales y que, como la mayoría de su grupo de compañeros, ha optado por el texto de Pons.
Hace un año, Pons escribía con motivo de la prueba de acceso a la universidades sobre aquellos estudiantes que acaban optando por las carreras menos demandadas y que implican tener que justificar a su entorno el motivo de la elección. La profesora de Lengua comenzaba su tribuna recordando un poema de Raquel Lanseros en el que declara que ante el amor se siente “más feliz y menos libre” y lo contraponía con las preferencias de los estudiantes a la hora de optar por las carreras con alta empleabilidad. Los nuevos tiempos habían hecho que dobles grados como Física y Matemáticas, Derecho y Dirección de Empresas, Biomedicina y Estudios Internacionales sustituyeran en los primeros puestos a Ingenierías, Arquitectura, Traducción o Periodismo. Pero animaba a los estudiantes a seguir su vocación, superando las presiones del entorno que tantas veces empujan hacia lo que al actual mercado laboral reclama.
Tras media hora de descanso, ha llegado el turno de la prueba de Lengua catalana, en la que los alumnos han tenido que optar por un fragmento de la novela Laia, de Salvador Espriu, o un texto sobre la extinción de las abejas en Europa. Esta última ha sido la opción escogida por Cristina Muñoz, quien confía en poder matricularse en unos días en el grado de Criminología. “Me ha parecido más difícil que la prueba de castellano, y la peor parte ha sido la de sintaxis, pero creo que me dará la nota porque se necesita un 8,1”.
En dos horas y con la sintaxis todavía rondando por su cabeza, Muñoz se enfrentará al examen de Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, mientras que otros compañeros realizarán el de Ciencias de la tierra y el Medio ambiente o Fundamentos de las artes. Por la tarde será el turno de una de las materias a escoger entre Análisis musical, Literatura castellana o Dibujo técnico.
Los exámenes de Historia, de Lengua extranjera y de opción a escoger entre Dibujo artístico, Latín y Matemáticas serán las pruebas más madrugadoras de la jornada del jueves, en que los estudiantes culminarán la fase general, que es obligatoria para todos los alumnos y que consta de cinco exámenes. A partir de la tarde del jueves, se sucederán los exámenes de la fase específica, que no son obligatorios, con un abanico de 22 materias que permite a los alumnos conseguir una nota de admisión a la universidad que suba la nota hasta los 14 puntos.
El viernes comenzarán un largo verano que finalizará con su primer día de universidad, muchos de ellos lo harán en uno de estos grados “que nadie quiere”.
Novedades
Del total de alumnos matriculados, 28.383 corresponden a estudiantes que han acabado este curso el Bachillerato, mientras que 3.392 son estudiantes de matrícula libre -procedentes de Bachillerato de otros años que no hicieron las PAU o que quieren mejorar nota- y 2.772 proceden de ciclos formativos de grado superior.
Como novedad de este año, la prueba de Historia se podrá pedir en aranés y los alumnos de Andorra que quieran hacer las PAU podrán ir a La Seu d'Urgell (Lleida) y no hará falta que se desplacen a la capital del Segrià. Se calcula que existen 36 alumnos potenciales que podrían pedir los enunciados en aranés y el objetivo es ampliar esta práctica a otras materias, que en todos los casos pueden responder en este idioma.
En total, habrá repartidos por todo el territorio 161 tribunales ubicados en sedes universitarias y algunos centros de Secundaria distribuidos en 20 poblaciones catalanas.
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