Una investigación de medio año permite incautar 5.000 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona
La Policía y la Agencia Tributaria detienen a dos informáticos y diversos trabajadores relacionados con el puerto
Una investigación que empezó en enero ha dado generosos frutos a la Policía Nacional y la Agencia Tributaria. Los agentes se han incautado, en tres operaciones distintas, más de 5.000 kilos de cocaína que entraban por el puerto de Barcelona. La cifra es una de las más altas intervenida en el puerto en los últimos años. Además, en esta ocasión no se trata únicamente de encontrar la droga: los agentes han detenido a dos informáticos y dos transportistas del puerto, y dos personas más que permitían presuntamente que la droga entrase y saliese sin ser detectada.
El grupo desarticulado trabajaba en la terminal Best del puerto de Barcelona para diversas organizaciones criminales. Su función era garantizar la entrada y salida de contenedores cargados con droga mezclada con mercancía legal sin tener que pasar controles como los aduaneros, explican fuentes policiales. Los dos informáticos conseguían manipular el sistema informático que rige el transporte marítimo de las mercancías, de manera que falseaban los datos del contenedor. Lograban, por ejemplo, que un container constase como revisado por Vigilancia Aduanera para que pudiese salir de la terminal, que tiene barreras automáticas de paso.
Dos transportistas eran los encargados de sacar el contenedor de la terminal, moverlo rápidamente para extraer la droga y devolverlo sin levantar sospechas. La droga la recuperaba una tercera persona. Una vez de nuevo en la terminal, los informáticos se cuidaban de borrar sus huellas en el sistema, como si ese contenedor nunca hubiese abandonado el puerto y tuviese pendiente aún todo el proceso, ahora que ya estaba limpio.
"Todo lo hacían muy rápido", indican fuentes del caso, que definen la forma de actuar como una "sofisticación del rip-off", que es introducir cocaína en un contenedor mezclada con mercancía legal declarada. Y aseguran que la manipulación informática es la novedad en la introducción de la droga en el puerto, que nunca antes se había dado en Barcelona. Hay un precedente similar en Algeciras, pero menos especializado, indican esas mismas fuentes.
La operación empezó en enero, cuando contactos policiales de Colombia y de Italia avisaron a la Policía Nacional de la llegada de un cargamento al puerto de Barcelona de cocaína. En dos contenedores distintos, los agentes encontraron primero 643 kilos de cocaína, y en un segundo, 2.443 de la misma droga. La mercancía había partido de los puertos de Livorno, lugar que ha sido utilizado para bautizar la operación, y de Génova. En ese momento, la policía ya detuvo a una persona que intentó recuperar la droga una vez ya estaba en el puerto de Barcelona.
Posteriormente, en febrero, los agentes encontraron un tercer contenedor cargado con más de 2.000 kilos de cocaína. La Policía mantuvo total discreción sobre la incautación, de la que informó este diario, y únicamente confirmó que existía una operación en marcha. Los tres cargamentos de droga iban ocultos de forma distinta, y tenían orígenes distintos, lo que hizo suponer a los agentes que pertenecía a distintos narcotraficantes.
Policías y agentes de vigilancia aduanera comprobaron entonces el movimiento de esos contenedores y descubrieron que no cuadraba los tiempos de los controles con el tiempo que supuestamente había pasado ese contenedor en la terminal. En la actualidad, donde todo funciona de manera automatizada, la disfunción tenía que partir del sistema de control informático. Tras tres meses de investigaciones y recopilación de datos, Policía y Agencia Tributaria detuvieron a dos informáticos que trabajaban en la terminal. "Colocaban los contenedores en lugares de fácil acceso para su retirada del recinto portuario", asegura la policía a través de una nota de prensa hecha pública hoy.
Los investigadores llevaron a cabo en los últimos días siete registros en pisos de los supuestos miembros de la organización. En total, se han incautado de 27.370 euros, seis vehículos, uno de ellos una cabeza tractora, teléfonos móviles encriptados y material informático. Los agentes otorgan el papel del líder de la organización al hombre que recuperaba la droga una vez fuera. Los seis detenidos -otro arrestado se encargaba presuntamente de labores de contravigilancia- son españoles y no tenían antecedentes policiales. El juzgado de instrucción de El Prat que lleva el caso los ha dejado en libertad con cargos. La investigación no ha permitido detener a ninguno de los diversos propietarios de los 5.000 kilos de cocaína.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Cocaína
- Tráfico cocaína
- Agencia Tributaria
- Drogas
- Cataluña
- Hacienda pública
- Agencias Estatales
- Narcotráfico
- Puertos
- Policía
- Delitos contra salud pública
- Transporte marítimo
- Fuerzas seguridad
- Finanzas públicas
- Administración Estado
- Delitos
- España
- Problemas sociales
- Transporte
- Administración pública
- Finanzas
- Sociedad
- Justicia
- Policía Nacional